Cultura ciclista

El rider de Deliveroo que ha puesto en jaque a la empresa

Víctor Sánchez rechazó una oferta “de cinco cifras” por retirar la demanda. “Esto no lo hago por dinero, sino por principios”, ha aclarado. La justicia considera probado que los trabajadores de Deliveroo son falsos autónomos.

El ‘rider’ de Deliveroo Víctor Sánchez se ha convertido en algo parecido a un héroe para los trabajadores de las empresas de reparto de comida a domicilio, víctimas de un sistema que, según denuncian a menudo, sufre una precariedad que ahora ha sido recogida por la justicia.

La sentencia del juzgado de lo Social número 6 de Valencia ha fallado que Víctor no era un autónomo sino un asalariado, por lo que estima parcialmente la demanda y estima que fue despedido de manera improcedente por Roofood Spain, razón social de Deliveroo. Por ello, le obliga a readmitirlo en las mismas condiciones que antes del despido o abonarle una indemnización de 705,13 euros.

Se trata de la primera sentencia de un juzgado en España que afecta a los repartidores de las empresas de reparto a domicilio, como Glovo, Ubereats o la propia Deliveroo. La sentencia se alinea así con el criterio de la Inspección de Trabajo, que ya en actas levantadas en Valencia y Madrid había rechazado el modelo de trabajo de estas plataformas por basarse en el uso de falsos autónomos.

3,38 euros por entrega

Según los hechos probados, el repartidor percibía una retribución media diaria, con exclusión de impuestos, de 28’49 euros, cuya relación se inició en virtud de un contrato de prestación de servicios suscrito el 25 de octubre de 2016. Dicho contrato señalaba que el proveedor actuaría “en todo momento como contratista independiente” y no sería considerado ni se presentaría “como agente, empleado o socio de la empresa”, y fijaba el importe que recibiría (3’38 euros por entrega realizada) y la forma de funcionar.

La empresa alegaba que no existía relación laboral entre las partes, si bien la sentencia indica que se dan en este caso “las notas características de la relación laboral de ajeneidad y dependencia”, ya que la prestación de servicios del demandante a favor de la demandada presenta rasgos solo “concebibles en el trabajo dependiente y por cuenta ajena”.

En una rueda de prensa ofrecida este lunes, Víctor ha explicado que rechazó el dinero (“una cantidad de cinco cifras”) que le ofrecieron desde la compañía para que retirara la demanda contra ellos porque era “más importante” seguir con el “camino de la lucha”. “Esto no lo hago por dinero, sino porque tengo ideales y creo en ellos”, señaló.