Cultura ciclista

Empieza València Ciutat Amable: las personas y las bicis piden paso

Un escenario impresionante (la Sala Alfons el Magnanim del Museu Valencià d’Etnologia), muchas bicicletas aparcadas en la puerta y rostros conocidos: así, en un ambiente de cordialidad, buen humor y muchas ganas de reivindicar el ciclismo urbano, ha abierto sus puertas València Ciutat Amable, y por extensión el XV Congreso Ibérico La Bicicleta y la Ciudad.

“Que deje huella en la ciudad”. Con ese propósito Pilar Montesinos, del comité organizador del congreso, recibió a los asistentes, y presentó este XV Congreso Ibérico La Bicicleta y la Ciudad. Un evento que tuvo como primer protagonista a 30 días en bici, la elogiable iniciativa liderada por Carlos Rodríguez que aspira a subir a las personas a la bicicleta, mostrándoles, durante un mes (abril), las virtudes de este medio de transporte.

Con dos vídeos, uno sobre 30 días en bici y otro sobre los cambios que se han producido en Valencia durante los últimos años en beneficio de la movilidad sostenible, continuó esta primera jornada del XV Congreso Ibérico. “Tras una etapa demasiado larga a favor del coche”, explicó Giuseppe Grezzi, concejal de movilidad sostenible del Ayuntamiento de Valencia, “llevamos tres años en la dirección contraria. Recogimos la bandera de varios colectivos que habían abanderado el movimiento ciclista, empezamos a desarrollar un proyecto para invertir el cambio de paradigma. El coche existe, hay que contar con él, pero debe usarse cuando no haya más remedio. Lo importante son las personas”. Grezzi destacó que, actualmente, hay nueve nuevos carriles bici proyectados en la ciudad.

“Usar la bicicleta lleva a usos de vida más saludables”, añadió después Jose Manuel Caetano, presidente de la Federación Portuguesa de Cicloturismo y Usuarios de la Bicicleta, “al mismo tiempo que contribuye a la movilidad sostenible y a combatir la reducción de la huella de carbono”. Caetano pidió a las instituciones “promover el uso de la bicicleta y sensibilizar a la población en este sentido”, e incidió en la diferencia entre el ciclismo deportivo y la bici como medio de transporte. “Uno de los problemas que bloquea el desarrollo de la bicicleta como medio de transporte es la idea de que la bici sólo sirve para hacer ejercicio físico”, aseguró. “Gran parte de la población confunde a los atletas profesionales, con su ropa sintética, casco, zapatillas especiales y altas velocidades, con los usuarios comunes”.

“Para conseguir ciudades amables necesitamos que el tráfico motorizado vaya más lento, y que la bici tenga, como mínimo, el mismo estatus que el vehículo a motor” (Antoni Poveda, presidente de la Red de Ciudades por la Bicicleta)

Para Laura Vergara, miembro del secretariado y oficina técnica de ConBici, “el ciclismo nace del ecologismo”. En su opinión, el Congreso “ha crecido. Antes estaba dedicado a la gente que hacía locuras en torno a la bicicleta, pero eso ya está. Se está profesionalizando, el nivel técnico es altísimo y las administraciones públicas tienen un mayor compromiso que esperamos se fortalezca. El salto que ha dado este evento también lo ha dado el ciclismo, y la cultura ciclista”.

“El Congreso coincide con un momento de mayor tensiones en nuestras ciudades”, concluyó Antoni Poveda, presidente de la Red de Ciudades por la Bicicleta. “La recuperación económica está haciendo crecer el uso del vehículo privado en las ciudades, con los consiguientes problemas. El mayor uso de la bicicleta contribuirá a hacer nuestras ciudades más amables, pero no a costa del peatón. Con las aceras bici hemos creado una nueva batalla, con los peatones confinados en las aceras, ya de por sí llenas de terrazas. Para conseguir ciudades amables necesitamos que el tráfico motorizado vaya más lento, que la bici se sienta segura y pueda circular tranquilamente por el centro del carril. Que la bici tenga, como mínimo, el mismo estatus que el vehículo a motor”.