Nueva York

Uber entra de lleno en el negocio de alquiler de bicicletas

Jump, empresa estadounidense de alquiler de bicicletas eléctricas, acaba de ser comprada por la poderosa Uber.

Las bicicletas se han convertido en un problema para Uber, el controvertido gigante del transporte privado: dado el número cada vez mayor de ciudadanos moviéndose a pedales, la marca ha llegado a la conclusión de que era necesario mover ficha. Y lo ha hecho.

Uber ha comprado Jump, empresa con sede en Nueva York dedicada al alquiler de bicicletas eléctricas sin estación, por una cifra que no se ha hecho pública. Con ello, se introduce de lleno en el mundo de las dos ruedas y lleva un paso más allá su modelo de negocio.

Jump es un sistema de bicicletas eléctricas de free-floating, es decir, sin estaciones

En lugar de estar aparcadas en puntos específicos repartidos por toda ciudad, las bicicletas de Jump funcionan por el sistema conocido como free-floating: llevan integrado su propio candado electrónico y se desbloquean a través de una aplicación en el teléfono móvil.

Los clientes de la aplicación pagan el alquiler por tiempo. Media hora cuesta alrededor de dos dólares. Y aunque parece caro, funciona: su modelo de negocio ha atraído un total de 2.200 millones de dólares en inversiones y ya se ha extendido a otras grandes ciudades de EEUU, como San Francisco y Washington. La compañía tiene 100 empleados que ahora pasarán a formar parte de la plantilla de Uber.

“Queremos ofrecer la manera más veloz y accesible de llevarte a tu destino”, han explicado los responsables de Uber.

El acuerdo refuerza el objetivo de Uber de ofrecer “la manera más veloz y accesible de llevarte a tu destino, ya sea en un vehículo de Uber, en bicicleta o en transporte público”, ha explicado el presidente ejecutivo de la marca, Dara Khosrowshahi.

Se da la circunstancia de que Uber y Jump ya han trabajado juntos en un programa piloto llevado a cabo en Nueva York. Allí, Uber introdujo las bicicletas de Jump como un servicio adicional accesible desde su aplicación. Con esta adquisición, Uber se asegura de poder competir con servicios de alquiler de bicicletas eléctricas, un segemento que le está comiendo cuota de mercado en trayectos urbanos cortos.