Bicicletas

David Gómez (Tucycle): “Gijón está entre las mejores ciudades para ser ciclista”

Entrevistamos al fundador de Tucycle, la empresa de alquiler de bicicletas que está cambiando la manera de pedalear por Gijón.

El pasado mes de junio se puso en marcha en Gijón Tucycle, una innovadora empresa de alquiler de bicicletas que propone una ingeniosa mezcla de los sistemas con estación fija y el llamado free-floating, caracterizado por la ausencia de anclajes. Una tecnología propia y unos sencillos aparcamientos, los Tudock, en los que dejar las bicicletas. La empresa echó andar con una apuesta ambiciosa: 150 bicicletas y 43 estaciones. Pasado el verano, David Gómez, fundador de Tucycle, reflexiona sobre estos primeros meses de vida de la empresa e imagina el futuro de una idea que ha levantado multitud de elogios.

¿Cuál es tu balance de estos primeros pasos de Tucycle?

Muy positivo. En todos los aspectos. La prueba piloto fue un éxito, y la respuesta está siendo fantástica. 12.000 personas se han descargado la aplicación, lo que es un número muy elevado para una ciudad del tamaño como Gijón. De ellas, un 35% son usuarios activos. A día de hoy hemos tenido entre 15.000 y 16.000 alquileres. Y problemas como el vandalismo son prácticamente nulos: salimos a la calle con 150 bicicletas y seguimos teniendo 150 bicicletas.

“Problemas como el vandalismo son prácticamente nulos en Gijón”

El verano fue la época escogida para el lanzamiento. Ahora llega el otoño, que claramente es más duro para una iniciativa como esta. ¿Cómo compensaréis el previsible descenso del número de usuarios?

Una vez hemos comprobado que el sistema funciona, somos conscientes de que la llegada del frío se traduce en una bajada de alquileres. Pero tenemos una batería de ideas para incentivar el uso durante estos meses, como las tarifas planas. Hasta ahora, el usuario pagaba 50 céntimos por cada bloque de 30 minutos. Muy pronto habrá tarifas planas de 24 horas, 3 meses, seis meses e incluso una tarifa anual muy económica, en torno a los 50 euros, que darán derecho a alquileres ilimitados diarios de un máximo de dos horas.

Poner en marcha un sistema como Tucycle es un desafío. ¿Cuáles han sido los principales retos que habéis encontrado en el camino?

Principalmente los de tipo legal y financiero. Somos de Gijón. Estamos en Asturias y en España. Y eso es un punto a favor, pero también en contra: en otros países el acceso a financiación es más sencillo. Aquí tenemos que mirar por cada euro. Con eso y con todo, tenemos mucho trabajo hecho y avanzado para introducir el servicio en otras ciudades.

“A primeros de año, Tucycle estará presente en otros tres o cuatro núcleos urbanos de España”

¿Cuáles?

Aún no podemos avanzarlo, pero sí puedo decir que a primeros de año, seguramente antes de marzo, Tucycle estará presente en otros tres o cuatro núcleos urbanos de España. Ciudades en las que cualquier usuario de Tucycle, independientemente de cuál sea la ciudad en la que viva, podrá usar nuestras bicicletas.

La bicicleta pública en Gijón es gratuita. ¿Eso hace que sea más difícil salir adelante para una empresa como la vuestra?

Así es. El servicio de bici pública de Gijón está en una prórroga que finaliza para julio de 2020. Así que hasta entonces competimos en cierta desventaja. Pero hay grandes diferencias: ellos tienen 8 estaciones y 65 bicicletas. Nosotros, 150 bicis y 43 estaciones. Esto nos permite estar cerca de mucha más gente y de su destino, pues cubrimos un radio mucho más amplio. Nuestro objetivo es que encuentres una bicicleta de Tucycle a menos de 300 metros de donde estés.

Recientemente se publicó un completo estudio del Observatorio Nacional de la Bicicleta Pública. Los sistemas están creciendo, especialmente en las ciudades medianas y grandes, pero muchos desaparecieron con la crisis. ¿Hemos aprendido la lección?

El problema, en mi opinión, es que los servicios de bicicleta pública eran servicios con estaciones, por lo que el coste era mucho más alto que con las tecnologías actuales, en las que todo el sistema está en la bici y no en la estación. En nuestro caso, hemos podido investigar lo bueno y lo malo de ambos modelos. Para nosotros hacer una estación es barato: sólo se trata de llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento y pintar un espacio en el suelo, lo que nos permite hacerlos en muchos sitios. Al mismo tiempo, los sistemas de bicicletas sin estación traen problemas: para que ese modelo funcione hay que inundar de bicis las ciudades. Esto genera que la bici, en lugar de ser un elemento inclusivo, se perciba como abusivo, molesto e incómodo, al haber bicicletas ocupando las aceras o tiradas en cualquier parte. Hay que tener un cierto control.

¿Qué le falta a Gijón para ser un referente en movilidad ciclista?

Creo que Gijón está entre de las mejores ciudades para ser ciclista urbano. Quizá no está a la altura de Sevilla, Valencia o Barcelona, pero creo que la ciudad siempre ha hecho sus deberes en ese sentido. Nos faltan más infraestructuras y mayor iniciativa pública, pero hay una gran masa de ciclistas.