Cultura ciclista

TrendCycle: moda a pedales por el centro de Madrid

Desplazarse de forma habitual en bicicleta por las calles de una ciudad como Madrid es hacer dos cosas al mismo tiempo: viajar y exhibirse. Porque, si además de ir en bici, el ciclista se viste con las últimas creaciones del mundo de la moda, la combinación estética puede llegar a ser explosiva, como ha demostrado hoy TrendCycle 2017.

Este cóctel de fotogénica y pedagogía es el que este sábado se ha podido ver en las calles más céntricas y comerciales de la capital con la celebración de la cuarta edición de TrendCycle, un evento que es literalmente una pasarela de moda en bicicleta, donde los modelos han sustituido por un día sus titubeantes pasos sobre una plataforma por el manillar y los pedales.

Para Miguel Gatoo, responsable de TrendCycle, la edición de este año -que ha tenido lugar por las calles de la bautizada como milla de oro, en el distrito de Salamanca- ha sido la mejor de las celebradas hasta la fecha. Por un lado, por la gran implicación de las instituciones y patrocinadores, en concreto el Ayuntamiento de Madrid y marcas como Coca Cola y El Corte Inglés, y por otro, por la gran presencia de público, fanáticos de la moda (y las bicicletas) que han disfrutado de un evento único en el mundo.

“La bicicleta y la moda se retroalimentan”, asegura Gatoo, “la bici está de moda, y la moda… es siempre moda”. Pero lejos de parecer que estamos ante un fenómeno efímero -producto de las constantes apariciones de las bicis como elemento de atrezzo en anuncios y mobiliario urbano- el maridaje entre la moda y el ciclismo ha llegado para quedarse. “Son los elementos que se relacionan de forma muy práctica y coherente, y esta es una característica que irá a más en el futuro”, señala Gatoo.

“La bici y la moda se retroalimentan. Se relacionan de forma práctica y coherente, e irá a más”

TrendCiclye es una celebración de la estética y la practicidad de dos elementos cruciales de la vida moderna, un medio de transporte urbano y limpio y una forma de vestir cómoda y desenfada. Ambos son hijos de la misma madre: la cultura urbana, y era solo cuestión de tiempo que alguien tuviera la feliz idea de reunirlas.

TrendCycle sirve, además de para que los modelos se lo pasen en grande haciendo algo distinto, para “concienciar” del uso de esta forma de transporte y para “normalizar” su existencia en el contexto de la vida cotidiana. Adiós a la cutre y añeja estética asociada al ciclismo; hola al ciclista del siglo XXI que, por qué no, se preocupa por pedalear perfectamente atildado, ser visto, gustar. Porque también de eso va el centenario arte de moverse en bicicleta.