Life+respira

Pamplona estudiará la contaminación que sufren los ciclistas

La Universidad de Navarra utilizará 50 sensores y 110 voluntarios para conocer los niveles de contaminación a los que están expuestos los ciclistas.

Se trata de averiguar si es saludable el aire que respiramos al pedalear. Esta iniciativa, llamada Life+Respira, nació tras una conversación entre compañeros de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra sobre si era sano o no desplazarse en bici debido a la contaminación tráfico.

La idea ha gustado en Europa y LIFE, el proyecto europeo sobre investigación medioambiental, les ha dotado con 1,2 millones de euros para tal fin. Además, cuentan con el apoyo del Ciemat (Centro de Investigaciones Energéticas Medio Ambientales en Madrid), Ganasa (la empresa pública de Gestión Ambiental de Navarra) o Pavimentos Tudela (empresa especializada en materiales que absorben la contaminación).

De momento, han reclutado 110 ciclistas que recorrerán sus calles en bicicletas durante dos años provistos con unos sensores que captarán y registrarán todo los datos necesarios (niveles de ozono; óxidos de nitrógeno; monóxido de carbono y partículas) para determinar el nivel de contaminación. “Queremos que esto sea sirva también para determinar qué rutas u horas son mejores para desplazarse y exponerse menos a ésta”, explicó Jesús Santamaría, profesor de Química Analítica y responsable del proyecto.

“El proyecto sigue abierto a nuevos voluntarios. Cuantos más ciclistas se presten a esta iniciativa, mejor”

Además de la recogida de datos, Life+Respira contará con una aplicación para móviles desarrollada por la empresa D2D que informará del estado y calidad del aire en los diferentes tramos, así como probarán un nuevo tipo de asfalto (que absorbe la contaminación) desarrollado por Tudela. “Colocaremos aproximadamente cien metros en un carril bici para detectar qué nivel de diferencia se produce con respecto a un asfalto convencional”, explica Santamaría, quien asimismo quiere determinar la influecia de la vegetación en en entorno urbano.

El proyecto tiene previsto ponerse en marcha este próximo enero  y sigue abierto a nuevos voluntarios: “Cuantos más ciclistas se presten a esta iniciativa mejor, ya que nos permitirá tener los sensores el mayor tiempo posible recogiendo datos”, afirma Jesús Santamaría.