Ciudades

“La crisis del Covid-19 abre un camino importante para la bici como medio de transporte” (Pablo Lebedinsky, Buenos Aires)

Pablo Lebedinsky es una de las voces más autorizadas para hablar del ciclismo urbano en Buenos Aires y, por extensión, sobre qué está significando allí la crisis del Covid-19. Hablamos con él sobre la cuarentena actual y el futuro de la bicicleta en la capital argentina.

¿Cuál es la situación actual en Buenos Aires, a 10 de abril?

Tenemos una cuarentena: recluidos en nuestras casas, y tratando de no salir. Solo pueden hacerlo los trabajadores indispensables: el resto de la gente debe permanecer en casa, la misma, creo, que en muchísimas ciudades del mundo. Y así vamos viendo cómo evoluciona esta lucha contra el Covid-19, viendo la situación tanto en Argentina como en el resto del mundo. Aquí, todavía, no ha tenido la explosión que ha podido tener en China, Italia o España, y se están tomando medidas, pero es un tema que, por supuesto, preocupa mucho.

¿La gente está respetando el confinamiento?

Sí, hay un acatamiento bastante grande en cuanto al distanciamiento físico. Por supuesto, se ven casos ridículos de gente que no respeta la cuarenta, vete a saber por qué… Pero sí, se está haciendo. Hay un porcentaje significativo de gente que cree que no es para tanto, pero no es, desde luego, la mayoría.

Pablo Lebedinsky.
Pablo Lebedinsky.

¿Y la bicicleta? ¿La están usando trabajadores esenciales?

Sí, los que la usan habitualmente siguen usándola. Además, se ha intensificado la presencia de repartidores en bicicleta, tipo Glovo, o ciclomensajeros de todo tipo. Pero en Buenos Aires no se está hablando de la bicicleta como medio de transporte, y queremos generar conciencia de que en esta crisis sanitaria, donde el distanciamiento físico es imperativo, la bicicleta tome protagonismo.

“Los trabajadores esenciales que usaban la bici siguen usándola, y se ha intensificado la presencia de bicimensajeros”

¿En qué situación está el sistema de bicicleta compartida de Buenos Aires?

Suspendido, desde que se decretó la cuarentena el 20 de marzo. Ya desde diciembre estaban desactivando muchas estaciones, aduciendo problemas de vandalismo, por lo que unas veinte estaciones se quedaron sin bicis, presuntamente, para mejorar la seguridad de las máquinas y reacondicionar el sistema en general. Pero no ocurrió. Y, con la cuarentena, está 100% desactivado, lo que es una pena porque habría sido una gran herramienta para ayudar a la gente a desplazarse y descongestionar el transporte público. El gobierno local no habla en absoluto de la bicicleta, lo que es bastante extraño. Desde las asociaciones ciclistas estamos intentando hablar con las autoridades, que nos digan por qué fue suspendido, o cuando se reactivará, pero de momento no hay respuesta.

¿Es habitual que las fuerzas del orden locales detengan a los trabajadores ciclistas, creyendo que se desplazan en bici  por ocio o deporte, y no como medio de transporte?

No, eso no está ocurriendo. Hacen controles, piden un permiso que puede tramitarse de manera personal a través de Internet, pero mostrándolo puedes seguir. Y no, no se ha visto persecución a los ciclistas. Hay mucha gente que la usa, habitualmente y ahora. Me han hablado que puede estar ocurriendo en Ecuador, Colombia o, sin ir más lejos, España, pero no aquí.

“Nos falta seguridad vial, infraestructura… Pero el ciclismo urbano en Buenos Aires venía por buen camino. Intentaremos retomarlo”

¿Crees que esta crisis del Covid-19 puede ser una oportunidad para el ciclismo urbano?

Esta pandemia nos dejará una gran enseñanza, y la oportunidad de aprender muchas cosas. La ciudad está vacía, y esto ha generado mejoras: en el aire que respiramos, en la forma de trabajar.. Hay mucho que aprender, y sí: es una excelente oportunidad. La bici ya ha demostrado ser un excelente medio de transporte en la normalidad que vivíamos, y ahora tenemos la veta de introducirla en los planes de movilidad. No debemos desaprovechar esta oportunidad, hacer el uso de la bicicleta masivo y mostrar que es parte de la solución. Tenemos que seguir presionando, se abre un camino importante para la bici como medio de transporte.

¿Qué situación vivía el ciclismo urbano en Buenos Aires antes de la crisis del Covid-19?

Buenos Aires ha experimentado un notable auge respecto al ciclismo urbano, y es algo que se notaba por las calles. Pero con el paso de los años también se estancó, como en una meseta: aumentó rápidamente, pero nos falta meterle más ritmo a este crecimiento. Nos quedamos algo frenados. El gobierno creó una red de ciclovías, lo que es positivo, pero necesita mejorarse mucho. Hay mucho que cambiar, y cosas nuevas por hacer, pero que no se hacen. Desde el activismo estamos intentando reactivarlo, habíamos logrado cierto impulso para reunirnos con el gobierno, pero la situación actual, por supuesto, ha enfriado todo. Deberíamos retomar esa Mesa Ciclista que queríamos organizar con los gobernantes, porque tanto en cuanto a seguridad vial e infraestructura estábamos bastante detenidos. Nos falta mucho, pero soy optimista: veníamos por buen camino.