Ciclosfera #7

La bicicleta, un arma cargada de futuro: ‘Bikes vs. Cars’

La bicicleta es perfecta para cambiar muchas cosas: ¿Lo permitirán los más poderosos? El director del documental Bikes vs. Cars desvela la inquietante influencia de la industria automovilística en la política global mundial y cómo fomentar el diálogo en aras al bien del ciclismo.

Como muchos otros en Malmö, Suecia, Fredrik Gertten usaba la bicicleta para todos sus desplazamientos cotidianos. Además de pedalear, Gertten se hacía a diario las mismas preguntas que tantos nos hemos hecho: ¿Por qué no hay más bicicletas a mi alrededor? ¿Por qué la gente se obstina en encerrarse en enormes vehículos que les hacen perder tanto dinero, tiempo y salud? Y, sobre todo… ¿Por qué los políticos no hacen nada para arreglarlo?

Gertten, un prestigioso autor de documentales, se decidió a contestar a esas cuestiones, y fruto de la búsqueda de respuestas nace Bikes vs Cars, We are many, documental que explora la muchas veces oscura relación entre la industria del automóvil, la bicicleta y el bien (o el mal) común.

¿Por qué los dueños de BMW dieron 690.000 euros al partido de Merkel para frenar una ley contra el CO2?

Todavía en fase de producción, el documental pretende reflejar por qué la sociedad permite relaciones como la de una poderosa familia alemana, los Quandt (dueños, entre otras muchas cosas, de BMW), y la primera ministra alemana, Angela Merkel, cuyo partido (el CPU) recibió una donación de 690.000 euros para detener una ley que endureciera las normas de emisiones de CO2 en los automóviles en la Unión Europea.

“Noticias así aparecen en los periódicos”, dice Gertten mostrándonos directamente el enlace a la información del diario Spiegel, “pero nadie hace nada. ¿No es asombroso cómo influyen los lobbies del automóvil en el funcionamiento de nuestra sociedad?”.

Cambio de modelo

Ahí, claro, es donde aparece la bicicleta. “He viajado por todo el mundo”, explica Gertten, “y siempre me he preguntado por qué hay tan poco espacio para las bicicletas cuando son tan divertidas y útiles. Al mismo tiempo, el modelo automovilístico provoca atascos constantes, una frustración creciente y la pérdida de millones de horas productivas… ¿Por qué no cambiar un modelo por otro?”

“Hay varias explicaciones a esa pregunta”, responde el director, “y de eso trata mi película. Las bicis eran el medio de transporte cotidiano hace apenas un siglo, pero llegó el coche y se lo quedó todo. ¿Por qué no se mantuvo la coexistencia? ¿Por qué un único medio de transporte, el recién llegado, acaparó todo el espacio?”

“El gran público”, añade para explicar qué intenta aportar Bikes vs Cars, “no ha entendido aún la fuerza que el sistema ejerce para mantener el statu quo del automóvil. Además, y pese a su título provocador, *Bikes vs Cars *pretende abrir un diálogo: los ciclistas sólo pedimos rodar seguros y para eso necesitamos una mejor planificación, más respeto entre todos y afrontar juntos el ingente trabajo que tenemos por delante”.