Contaminación

Invertir en infraestructuras ciclistas podría cortar de raíz las emisiones en 2050

Un estudio ofrece datos sobre el impacto global que tendría apostar decididamente por la bicicleta y el transporte público. Se reducirían un 40% las emisiones y se ahorrarían 100 trillones de dólares.

Que moverse en bicicleta resulta infinitamente más sostenible y económico que hacerlo en coche parece estar fuera de toda duda. Pero que un estudio a nivel global ponga datos sobre la mesa que ilustren el impacto real que tendría una verdadera apuesta por la bicicleta en vías urbanas no hace sino demostrarlo aún más. Unos datos incontestables que deberían servir para que las autoridades tomasen conciencia de la verdadera importancia de cambiar de manera radical nuestra manera de transportarnos, especialmente en las grandes ciudades.

El estudio, hecho público por el Institute for Transportation and Development Policy (ITDP) explica cómo revertir el desgraciado hecho de que el transporte sea la fuente de contaminación que crece más rápidamente en el mundo actual. Y lo hace poniendo énfasis en que, si se quiere, se puede. De hecho, si los gobiernos y autoridades pertinentes apostaran decididamente por el transporte público y la mejora de las infraestructuras ciclistas, las emisiones se recortarían de manera drástica, hasta verse reducidas en un 40% de cara a 2050.

En China, las emisiones pueden dispararse hasta un 600% en las próximas décadas

Pero lo novedoso del estudio no son los datos en materia medioambiental, sino el énfasis que pone en lo económico. Mejorar las infraestructuras ciclistas y potenciar el transporte público tendría un impacto económico brutal, que se estima en la friolera de 100 trillones de dólares de ahorro.

Aunque el estudio tiene vocación global, sus responsables han puesto especial énfasis en las ciudades de China, donde se estima que las emisiones pueden dispararse hasta un 600% en las próximas décadas, si las autoridades no hacen nada por revertir la situación. Sin embargo, entre las conclusiones se deja entrever cierto optimismo de cara al futuro. “Estamos viendo cómo algunos líderes sí que parecen estar dispuestos a reunirse para tratar de poner solución a este problema”, explican los autores del estudio.