Nada hay más humano que intentar ser el más destacado en algo y conseguir que esa supuesta hazaña figure en algún sitio. De no ser así, nadie se explica el afán que muchos siguen teniendo por aparecer en el libro Guinness de los Récords batiendo marcas a cada cual más insólita.
La última tiene que ver con bicicletas, y también con el país del mundo donde más hay: Holanda. Allí, el colectivo ciclista Mijl Van Mares Werkploeg ha construido la que ya puede presumir de ser la bicicleta más larga del planeta: 118 pies (algo más de 35 metros) que incluso superan a la limusina más grande jamás construida. Su rueda trasera es especialmente ancha para ayudarla a mantener la estabilidad, uno de los mayores desafíos a los que se han enfrentado sus constructores.
“La gente alucina cuando la ve por la calle”, ha declarado uno de sus diseñadores, Frank Pelt. “Nos pregunta, ¿qué estáis haciendo? ¿Qué es esto? Y contestamos: es la bicicleta más larga del mundo”. A la pregunta más evidente, por qué se han embarcado en semejante proyecto, Belt responde con una sonrisa: “Porque es un reto. Simplemente por eso”.
Para poner en marcha esta mastodóntica bicicleta hacen falta, como no podía ser de otra manera, dos personas. Ambas se sitúan en los dos extremos de la máquina para poder hacerla funcionar. Y aunque sus diseñadores aseguran que pedalear sobre ella es muy sencillo, la bici más larga sólo tiene un problema, que no parece menor: su dificultad para tomar las curvas.
¿Y cómo se ve el mundo desde una bicicleta de 35 metros? Una imagen vale más que mil palabras. Y un vídeo, más aún: