Mejorar la atención, la resistencia, el equilibrio, la vista, el oído… Con la ayuda de Tissot, cronometrador oficial del Tour de Francia, la Vuelta a España y las más prestigiosas clásicas internacionales, te ofrecemos siete consejos para sacar lo mejor de ti cuando te muevas en bici por la ciudad.
El buen ciclista urbano no nace: se hace. Entre otras cosas, acumulando horas de vuelo y atesorando experiencia. Aprendiendo de los errores y maximizando las virtudes. Y teniendo siempre en mente algo importante: siempre se puede seguir mejorando. Por ello, te proponemos una serie de consejos sencillos para entrenarte como ciclista urbano… o seguir haciéndolo. ¿Se te ocurre alguno más?
1. Los reflejos, tus mejores aliados.
Todo aquel que se haya movido (mucho o poco) en bicicleta por la ciudad sabe que los reflejos son esenciales a la hora de hacer frente a cualquier imprevisto que pueda surgir en el asfalto. Los reflejos son la respuesta del sistema nervioso periférico, que los activa cuando hay necesidad de protegernos ante un peligro inesperado. Incluso aunque consideres que tus reflejos son buenos, nunca está de más tenerlos a punto. Trabajar la llamada visión periférica (esa que resta atención a los objetos que vemos aunque no nos estemos fijando en ellos), los ejercicios con pelotas, dormir bien o incluso jugar a determinados videojuegos con moderación pueden ayudar a fortalecer tus reflejos.
2. Más resistencia a cada pedalada.
Si llevas tiempo utilizando la bicicleta como medio de transporte habitual, ya lo habrás notado: a medida que pedaleas con más frecuencia, ganas en resistencia. Tu forma física se incrementa de manera sorprendente. Y lo que antes parecían retos imposibles, como enfilar una cuesta interminable o cruzarte la ciudad de un extremo a otro, acaban siendo casi juegos de niños. El consejo es sencillo: cuanto más pedalees, más resistencia ganarás. No es necesario que siempre lleves al límite tus propias capacidades: rodar con calma también hace que tu cuerpo trabaje y gane en resistencia.
3. ¡Estira esos músculos!
Es muy habitual que, al entender la bicicleta como un medio de transporte y no tanto como un deporte, muchos ciclistas urbanos descuiden algo tan importante como estirar antes de subirse a la bici. Evidentemente, si vas a ir a por el pan a la vuelta de la esquina resulta del todo innecesario ponerte a estirar, pero a poco que hayas planeado una ruta medianamente larga, hacerlo te será de gran ayuda a la hora de evitar posibles dolores o lesiones. Los tobillos, isquiotibiales, cuádriceps, tríceps, hombros, espalda y cadera son zonas muy a tener en cuenta a la hora de planificar unos ejercicios básicos. Y no olvides que, además de hacerlo antes, a menudo es igualmente importante estirar después de montar.
4. Cuestión de equilibrio.
Ya lo dijo Albert Einstein, y sabía bien de lo que hablaba: “La vida es como montar en bicicleta: para mantener el equilibrio, tienes que seguir pedaleando”. Aunque es posible que lo hayas olvidado debido al tiempo que hace que aprendiste a pedalear sin ayuda, cada vez que montas en bici tu cuerpo está realizando un trabajo constante de coordinación y concentración. Si quieres o necesitas mejorar tu equilibrio, existen infinidad de maneras de hacerlo que pueden serte útiles: ejercicios como las sentadillas manteniendo los tobillos en el suelo, aguantar un tiempo a la pata coja mientras realizas otra actividad o al recoger un objeto del suelo, andar de puntillas o con los talones… ¿Quieres ponerte a prueba? Intenta pedalear por una línea recta perfecta sin salirte del margen.
5. Cuida tu vista.
Sólo tienes dos ojos, y has de ver el mundo con ellos durarte toda tu vida: cuídalos como se merecen. Revisa tu vista de vez en cuando con una sencilla visita a tu óptica u oftalmólogo más cercano. Porque a la hora de pedalear es, a buen seguro, el sentido más importante y vital. Sobre la bici has de verlo todo: semáforos, señales, el resto de usuarios de la vía, indicaciones, letreros, peatones… ¡Que no se te escape nada!
6. El oído también es importante.
A menudo vemos a ciclistas urbanos circulando con auriculares. Una grave imprudencia que, además de poder suponer una buena multa, obvia un hecho innegable: el oído es fundamental a la hora de controlar todo lo que sucede a nuestro alrededor cuando pedaleamos por la ciudad. Coches o motos que se aproximan por detrás, un cláxon, una sirena… o incluso el silencio, que merece ser disfrutado en toda su dimensión. Confía en tu oído: mantenerlo en alerta también te hará mejorar como ciclista.
7. Aliméntate como es debido.
Dicen que somos lo que comemos, así que si queremos ser buenos ciclistas habrá que empezar por comer bien. Como norma general evita los alimentos ultraprocesados, la bollería industrial y el exceso de azúcar. Convierte a frutas, verduras y legumbres en protagonistas absolutas de tu mesa. Y no abuses del alcohol. Parecen pautas sencillas, pero en base a ellas se han escrito (y siguen escribiendo cada día) centenares de libros. Y una última cosa: ¡Mantente siempre hidratado!
4 Comentarios
Astrid Paredes
Hola! Muchas gracias por compartir información tan valiosa, ha de servir mucho a todos los ciclistas urbanos, por aquí les dejo otro artículo muy interesante con más tips para montar en bicicleta en la ciudad, saludos
desde Medellín httpwww.mundopedalbicicletas.com/seguridad-vial-para-ciclistas-urbanos/
anónimo
En el punto 6. Qué opinión te merece cuando los automovilistas van con sus ventanas arriba y música e incluso platicando con el copiloto, no también aplicaría que condujeran usando todos sus sentidos, no serían también imprudentes? Sobre todo que en el supuesto choque el que más daño produce es el automóvil aún en baja velocidad.
Paco Díaz
No te falta razón: da la impresión que van en cajas insonorizadas (si además llevan la radio puesta), con visibilidad limitada y más aún si es día de lluvia, con los limpiaparabrisas arriba y abajo. Además, las comodidades de un coche (asiento mullido, temperatura controlada, aislamiento sonoro, etc…) pueden falsear la simple percepción de su situación: parece que están en el salón de su casa cuando en realidad están sobre un objeto pesado en movimiento a una distancia de casi roce con otros objetos en movimiento. Mi consejo más sencillo y práctico para otros ciclistas, por ejemplo para los cruces de calles o salidas de bocacalles a avenidas, es que más que en el vehículo, hay que fijarse en el conductor, y tener la seguridad de que nos está mirando: hasta que no esteis seguro de que mira hacia ti, mejor aminorar la velocidad y no arriesgar.
Alejandro
Buenas.
Buenos consejos. En ello estamos. Pero creo que deberíamos analizar con más seriedad y objetividad la máxima de: “auriculares peligrosos”. Es una verdad, a medias, y que se puede comprobar muy fácilmente comprobándolo como mero peatón.
Hay muchos auriculares que con volumen moderado, ni mucho menos distraen tanto como se dice. Es más, el ruido del tráfico se impone por encima de todo, un ruido de la propia bici o su rodar se aprecia perfectamente. Y la atención no se merma durante los desplazamientos. Simplemente el sonido de los auriculares, pongamos por ejemplo una emisora de radio acompaña, está ahí e incluso igual nos avisa durante la marcha sin requerir de nuestra atención visual de que igual cierta calle o avenida está cortada o saturada por váyase Ud. a saber qué evento que desconocía. Y se escucha más que perfectamente (ya digo, que llega a taparlo todo) el rodar fuerte del tráfico, se escucha un claxon, voces, gente hablando (por ejemplo al ir simplemente tranquilo por un carril bici junto a acera…)
La mayoría de auriculares son de tipo abierto (aún siendo de botón o de diadema), que es sencillamente que no aíslan del entorno. Otra cosa es que me parecería más que lógico que lo que se prohibiera fueran todo cascos y auriculares que aíslen, como la mayoría de los “in-ear” que entran como tapones con capuchones de silicona en el canal auditivo.
Pero con los dicho, ya digo, no es tan evidente que distraigan. Permiten bien llevar los auriculares listos si esperamos una llamada o que pueda haberla y atenderla sobre la marcha (cosa que a mí personalmente sí me incomoda y noto que me distraen, las llamadas, y hago que sean muy breves o paro si no pueden esperar). Pero permiten llevar la radio por ejemplo exactamente igual que en coche, en donde por cierto, el aislamiento por el habitáculo es mayor, se tienen más ángulos muertos, y no se puede decir que distraiga la radio o llevar música con esa rotundidad.
Las motocicletas hace años que algunos modelos tienen algún equipo de radio con altavoces. Pero es que no hace pocos años que existen los cascos que a su manera están preparados para montar pequeños altavoces en su interior, con la idea de que en definitiva puedan funcionar como auriculares de tipo abiertos y semiabiertos, dando un rendimiento de escucha sin aíslan del exterior muy similar al de llevar el equipo en un coche, furgoneta o camión, y haciendo incluso de manos libres (hasta para el manejo, al ser en algunos casos hasta por voz). Caso en el que resulta que desde hace un tiempo les ha dado por dar la lata con el tema, aunque sin demostración fehaciente de causa de mayor siniestralidad.
Así que estamos, realmente y con que la bicicleta, patines, ¿patinete? son las únicas que no pueden sus usuarios ir disfrutando también de las ventajas de llevar manos libres para alguna llamada, o disfrutando CON RESPONSABILIDAD de la radio o musiquilla de fondo. Por una prohibición que delata que nadie probó de forma seria antes de regular la realidad, y que sí da por hecho que aísla todo sonido del entorno (absolutamente falso).
¿O habrá que esperar a que lo haga algún lobbies esperando hacer negocio con cierto toque “snob” y precios acordes para vendernos unos simples auriculares resultones con radio y reproductor?
En serio, os animo a hacer la prueba meramente como peatones. Hacedlo. Yo en lo personal (soy conductor desde hace décadas, sin accidentes y no me falta nunca la radio en el coche) lo probé hace poco un par de días por mi zona conocida con mi bici, y comprobé las dudas que tenía desde hace tiempo que pensaba estas cosas durante mis caminatas con esos mismos auriculares y la radio funcionando. No me distraía para nada, escuchaba hasta el mínimo rozamiento del rodar de la bici, cualquier ruidito de alguna piedrecita o semilla que escupiera la rueda o diera en guardabarros, igual que andando o en coche, escuchaba tooooodo el entorno (no, mejor que en el coche, porque el habitáculo con las ventanillas sin bajar aísla bastante más en comparación), al pasar el tráfico “a sus velocidades” por ciertas avenidas y calles tapaba hasta la radio y cualquier ruido más bajo alrededor. Luego probé a meterme en un parque muy tranquilo, y se escuchaba absolutamente todo.
De hecho, como bien decís, el problema es la espada de Damocles que hay con la multa (que es curiosa). Pero como veis, muchísima gente los usa de forma habitual. ¿Y los datos de siniestralidad de la bici en qué nivel están y en casos que sea por culpabilidad y, sobre todo, “por llevar auriculares y no enterarse el ciclista de lo que estaba pasando”? Pues sigue siendo el mismo ¿no? Bajísimo, si no residual…
Como siempre, falta educación. Y en caso de haber regulación, pues que sea con cabeza, con conocimiento de causa, con responsabilidad (que es lo que supuestamente se pide con ellas). Y si eso no sucede, deberíamos molestarnos, sin jugarnos la multa a poder ser, a analizar según qué cosas de verdad antes que repetir según qué mantras.
Por comparar dos aspectos, me parece mucho más peligroso para el ciclista y que alimenta la incertidumbre para otros conductores permitir la dirección contraria por la calzada, que ir usando con responsabilidad unos auriculares como manos libres, radio y/o música igual que se lleva en el coche sin que nos aíslen de todo el sonido ambiente que al ir en bici o andando, percibimos de por sí aún con auriculares mucho más que desde el habitáculo de un vehículo.