Cultura ciclista

Los efectos secundarios de ser ciclista

Nuestra colaboradora (y protagonista de la sección Uno de los nuestros) Ana Mareto enumera los beneficios del mejor medicamento que existe… ¡la bicicleta!

Montar en bicicleta no es solo una afición. Es un estilo de vida que tiene efectos secundarios causados por la pasión y dedicación que se le da a esta actividad. Muchos te dirán que eres intenso, loco o fantasioso, pero pocos conocerán los verdaderos efectos que causa en tu vida montar en bicicleta. Aquí algunos de ellos:

Pensamientos creativos.

Me refiero a que tus pensamientos comienzan a ser más ingeniosos y menos aburridos. Nietzsche decía: “No creer en ningún pensamiento que no haya surgido al aire libre”. Y es que los ciclistas son soñadores por defecto. Y la bicicleta es ese instrumento que les permite aclarar mejor sus ideas.

Eres más feliz.

Tu estrés, tus tristezas y los malos días se van con una buena rodada, ya sea dentro de la ciudad o fuera de ella. Los bicicleteros sonríen más porque viajan con un equipaje más liviano que el resto del mundo.

Rodar te da alas.

Y no hablo de ninguna droga (aunque la bicicleta puede llegar a ser adictiva). Me refiero al hecho de que ir en bicicleta te da la sensación de volar porque tienes más energía, te sientes libre, estás más sincronizado y tu cuerpo es un derroche de energía.

Disfrutar de lo simple.

Un ciclista tiene la sensibilidad de apreciar las cosas pequeñas y valorar lo cotidiano. La bicicleta te devuelve tu alma de niño, esa con la que la vida se vuelve un juego. Y te permite disfrutar con más frescura la vida.

Aprendes a ser más paciente.

Si andas en bici aprendes a ver el mundo moverse más despacio. Aprendes que cada situación o persona llega en el momento preciso, ni antes ni después. Pero sobre todo, que no vale la pena vivir acelerado.

PD: Estos efectos desaparecen después de dejar de tomar el medicamento.