Pablo Alcañiz, de 44 años, es una de esas personas que vio la luz (al menos en lo que a ciclismo urbano se refiere) tras un viaje iniciático al corazón de Europa. Fue mientras estudiaba su carrera como ingeniero agrónomo. Y fue, en concreto, en Estrasburgo (Francia), una de las ciudades más ambiciosamente ciclistas del país galo.
“Acababa de terminar la carrera y me fui tres años a vivir a Estrasburgo para hacer unas prácticas en el sector del medio ambiente”, recuerda Pablo. “Allí conocí el mundo de las bicicletas de alquiler, que en España no había empezado a andar aún”.
Tras un viaje en bicicleta de montaña por los Andes peruanos junto al publicista Alberto Laurin, y ya de vuelta a su ciudad, Valencia, ambos se dieron cuenta de que existía un nicho de mercado por explorar. “La ciudad estaba en plena ebullición: empezó el boom de la Copa América, Valencia se abrió al turismo con la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Me di cuenta de que necesitábamos dar un servicio a la gente que venía a visitarnos”.
Así nació DOYOUBIKE, inicialmente centrada en el sector del alquiler de bicicletas, actividad de la que fue pionera en la ciudad, y hoy una auténtica referencia para todos los amantes del ciclismo en todas sus vertientes, con tres tiendas físicas repartidas por distintos puntos de la ciudad, una completa tienda online y dos líneas de negocio claramente diferenciadas: DOYOUBIKE y DOYOUBIKE Rental, centrada en la actividad que les vio nacer, además de un club ciclista que cuenta con medio centenar de miembros.
Pese a que mantener vivo un negocio como este requiere una cantidad ingente de trabajo, DOYOUBIKE sigue en pie. “El alquiler de bicicletas sigue creciendo, pero no tardará en alcanzar el tope”, reflexiona Pablo. “Hay miles de tiendas regentadas por empresas de toda Europa”. Por eso, un buen día decidieron darle una vuelta de tuerca al negocio y convertirse en una tienda con todas las de la ley en el que hoy están algunas de las grandes marcas de ciclismo urbano (Brompton, Riese & Muller, Bickerton, Dahon…) como deportivo (Trek, Conor), así como bicicletas eléctricas. También en un taller de confianza donde todos los ciclistas valencianos pueden contar con la máxima garantía y dejar su bici en las mejores manos.
Tenemos muchas esperanzas puestas en el ciclismo urbano”
“El perfil de nuestros clientes no puede ser más variado”, cuenta Pablo con orgullo. “Tenemos hombres, mujeres y niños de todas las edades”. Ciclistas que buscan bicicletas para practicar deporte pero, sobre todo y cada vez más, ciudadanos que se han dado cuenta de que no existe mejor medio de transporte que la bicicleta para moverse por una ciudad como Valencia. “Tenemos muchas esperanzas puestas en el ciclismo urbano”, confirma Pablo. “Antes la gente no se gastaba más de 200 euros en una bici y ahora hay muchos dispuestos a invertir 500”.
¿Lo que más se vende? “Hoy por hoy, la bicicleta plegable no tiene competencia. Valencia es una ciudad perfecta par ello, y una plegable te permite desplazarte a gran velocidad y guardarla en casa o en la oficina ocupando muy poco espacio”, reflexiona Pablo. “Las eléctricas van creciendo poco a poco, pero no se ven tantas por las calles como en Madrid, donde debido a las cuestas son muy habituales”.
Buena parte de esas esperanzas puestas en el ciclismo urbano se fundamentan en el singular momento de explosión ciclista que vive la capital valenciana, idónea por su orografía y su clima, y en la que en los últimos años se ha apostado con fuerza por las infraestructuras ciclistas. “En Valencia no existe, todavía, la posibilidad de vivir sólo de la bici urbana, pero estamos en el camino”, apunta Pablo.
En Valencia, el debate sobre los carriles bici se está viviendo de una manera muy apasionada”
Ese camino no está exento de baches: la citada implantación de los carriles bici durante la última legislatura ha generado una agria polémica entre partidarios y detractores. “El debate se está viviendo de una manera muy apasionada”, explica el fundador de DOYOUBIKE. “Es un tema que está en la calle. Y creo que es una oportunidad para atraer a la gente a este mundillo y que sean cada vez más los que se den cuenta de que se puede utilizar la bici para desplazarse por la ciudad. Pero lamentablemente se está creando un clima que no es positivo: de ‘o estás conmigo o estás contra mí’. Todo el mundo entiende que la bicicleta es algo bueno, sano y ecológico. Se trata de hacer pedagogía e ir convenciendo a la gente de que se pase a la bici”.
DOYOUBIKE ha uno de los últimos establecimientos en sumarse a la lista de distribuidores oficiales de* Ciclosfera,* algo que nos llena de orgullo. Pablo cuenta los motivos para haber dado ese paso. “En DOYOUBIKE somos 18 empleados, con perfiles más deportistas y más urbanitas. Pero varios de ellos ya habían comentado en muchas ocasiones lo interesante que es Ciclosfera. No sólo la edición impresa, que vuela de las tiendas: también online y especialmente en redes sociales, donde se mueve muy bien”.
LAS TIENDAS DE DOYOUBIKE
Avinguda del Port, 141
Carrer del Mar, 14
Carrer de la Sang, 9