Ciudades

“En cuanto la gente prueba la bici, no quiere otra cosa” (Diana Paniagua, Bizikleteroak)

Hablamos con Diana Paniagua, de Gasteizko Bizikleteroak y responsable de una encuesta sobre el ciclismo urbano en Vitoria que arroja conclusiones muy interesantes sobre la situación de la bici en la ciudad.

Diana Paniagua (Bilbao, 1959) es miembro de Gasteizko Bizikleteroak desde 1999. Ha vivido en la capital vizcaína y en Madrid, pero fue en Vitoria, donde reside desde hace unos 25 años, cuando se hizo con su primera bicicleta. Es, también, la autora de la ambiciosa encuesta sobre la movilidad ciclista en la ciudad de la que nos hicimos eco esta semana en Ciclosfera.

Vitoria siempre se pone como ejemplo de movilidad ciclista. ¿Es su modelo exportable a otras ciudades?

Sinceramente, tengo dudas de cuál es ese modelo, porque vamos un poco a salto de mata. Tenemos un Plan director de la Bicicleta 2010-2015 que constaba de dos fases. y todavía no se ha terminado la primera. En esta legislatura no se está apostando por la bicicleta, sino por el transporte público. Así que el modelo… no sé muy bien cuál es.

“Vitoria tiene una serie de características que la hacen muy proclive a la bicicleta”

Sin embargo, hablamos de una ciudad modélica: pocas pueden decir, al menos en España, que el 14% de los trayectos se hagan en bicicleta.

Es cierto: Vitoria tiene una serie de características que la hacen muy proclive a la bicicleta. Es una ciudad muy pequeña y muy plana. La climatología, aunque dicen que hace mucho frío, es amable. ¿Por qué hemos tenido este auge de la bicicleta? Creo que se debe muchos factores. En los años 80 se diseñaron 80 kilómetros de carriles bici. Sólo se hicieron la mitad, y se construyeron donde no molestaban: en parques o calles muy anchas. Estaban, además, inconexos, y la gente los utilizaba como ocio los fines de semana. Pero eso hizo que mucha gente tuviera bicicletas en casa y se creara cierto poso ciclista.A partir del año 2000, la ciudad creció mucho hacia el este y el oeste. Se hicieron 30.000 viviendas más, por lo que la distancia empezó a ser mayor para recorrer a pie. Todos esos barrios nuevos están poblados por gente muy joven, y las casas tenían que tener cuarto para bicis, dado que era una norma del plan general. Eso también potenció el uso de la bicicleta. Ademas, antes de que en las ciudades hubiera un sistema de alquiler de bicicletas aquí se hizo un servicio de préstamo gratuito que dependía de los centros cívicos, lo que también provocó que mucha gente lo probase. Y les gustó. Bueno, todo eso y que nosotros llevamos desde el año 99 dando caña (risas). Pero está claro: en cuanto la gente prueba la bici, no quiere otra cosa.

“En Vitoria se ha invertido poquísimo en movilidad ciclista: la inversión por ciudadano es ridícula”

En Vitoria se han hecho muchas cosas bien. ¿Qué queda por hacer?

En Vitoria se ha invertido poquísimo en movilidad ciclista: la inversión por ciudadano es ridícula. El éxito que hemos tenido con la poquísima inversión que ha habido es sorprendente. La bicicleta está rondando el 14% desde el 3% que tenía en el año 2000, pero el transporte púbico, en el que se ha invertido muchísimo dinero, se ha quedado en el 8%, incluso ha bajado dos décimas. Si con esa mínima inversión se ha conseguido tanto, a nada que invierta vamos a conseguir muchísimas cosas. Lo que reclama la gente es ir segura: carriles bici segregados, más que zonas 30. Si todo el mundo que quiere ir en bici pudiera hacerlo, no haría falta transporte público de alta capacidad: nos bastaría con microbuses. Porque el transporte público se acaba a las once de la noche en la mayoría de los casos. Aquí hay mucha gente que utiliza la bicicleta, como por ejemplo muchas mujeres, fundamentalmente inmigrantes, que trabajan limpiando casas o cuidando personas mayores, a las que la bici les ha cambiado la vida. Porque resulta muchísimo más barata que tener que tomar varios autobuses.

“Nosotros no éramos partidarios de hacer carriles bici, sino de calmar el tráfico. Pero nos acabamos dando cuenta de que los necesitamos para que todo el mundo que quiere ir en bici pueda hacerlo”

Existe un debate sobre la presencia de las bicicletas en la acera. Actualmente, se permite pedalear por aquellas de más de tres metros de ancho. Pero no todo el mundo lo respeta.

Ni mucho menos: hay muchísimas bicicletas circulando por la acera. Y de hecho, si se prohibiera completamente sería una debacle. El 14% del que hablamos se desplomaría. Fíjate: nosotros no éramos partidarios de hacer carriles bici, sino de calmar el tráfico. Pero nos acabamos dando cuenta de que los necesitamos para que todo el mundo que quiere ir en bici pueda hacerlo. Porque la gente sigue teniendo miedo. Los chavales de instituto van por la acera porque es lo que les dicen sus padres que hagan. Hay que recordar que en esta ciudad hay más de 4.500 accidentes de coche al año en la calzada y más de 150 atropellos. Un accidente de coche con coche no provca heridos graves, pero coche con bici sí.

Tenemos tres problemas acuciantes para no avanzar a una movilidad verdaderamente sostenible: los desplazamientos al trabajo, a los centros escolares y el transporte de mercancías”

Más de la mitad de los encuestados dicen ir en bicicleta al trabajo. ¿En ello reside la clave para cambiar la movilidad de una ciudad?

Sí, pero existe otro informe de movilidad que sí arroja datos interesantes: el 50% de la gente va a trabajar en coche. Ese informe señala que tenemos tres problemas acuciantes para no avanzar a una movilidad verdaderamente sostenible: los desplazamientos al trabajo, a los centros escolares y el transporte de mercancías. Con la actual apuesta por el transporte de alta capacidad, no se atacan a ninguno de estos tres problemas. No se están haciendo autobuses y tranvías que lleguen a los polígonos, ni apostando por la movilidad escolar, ni mucho menos poniendo encima de la mesa el modelo de distribución de mercancías, que con las ventas por Internet cada vez es más caótico.

El clima es uno de los elementos más señalados para no usar más la bicicleta. ¿Se pedalea menos en Vitoria con mal tiempo?

Sinceramente, es algo que me llama muchísimo la atención, porque tenemos un clima envidiable. ¡Si llueve poquísimo! El frío no es un problema: te abrigas y punto. Y la nieve… hace siglos que no nieva.

“Hay gente a la que le han robado la bici y sigue usando candados de espiral. Algunos parecen masocas”

Otro factor importante reflejado en la encuesta habla de los robos: casi un 30% de los ciudadanos de Vitoria ha sufrido un robo durante los últimos dos años. ¿Estamos ante un problema que puede frenar el ciclismo urbano en la ciudad? ¿Qué habría que hacer para atajarlo?

¿Qué habría que hacer? ¡Pues comprarse un buen candado! Hay que a la que le han robado la bici y sigue usando candados de espiral. Algunos parecen masocas (risas). La gente dice confíar en este tipo de candados, pero usan este otro tipo de candados que se rompen casi con unas tijeras. En cualquier caso, también es verdad que cuantas más bicis haya en una ciudad, más robos se producirán.

Para la foto, todos los políticos apuestan por la bici. Pero lo hacen sólo de boquilla”

¿La bici no entiende de izquierdas ni derechas en Vitoria? ¿Apuestan todos los políticos por ella por igual, independientemente del partido al que pertenezcan?

Para la foto, todos apuestan por la bici. Todo el mundo tiene claro que es el medio de transporte más eficaz. Pero lo hacen de boquilla. Porque las policías que hacen demuestran lo contrario. Estos cuatro años, el PNV ha gobernado con el Partido Socialista. La realidad es que no han apostado por la bicicleta. Un ejemplo: el último proyecto de carril bici, de los presupuestos de 2018, es una cale de un kilómetro y medio en la que había que conectar un carril bici que estaba inconexo en el medio. Pues bien: no lo van a hacer porque dicen que no hay dinero. Nos vamos a gastar 100 millones en transporte de alta capacidad pero no hay dinero para la bici. Curioso. En la anterior legislatura, Javier Maroto (PP) disimilaba más. Su objetivo era hacer un decreto para prohibir a las bicis ir por las calles peatonales, lo que es un problema porque para ir de norte a sur o de este a oeste de la ciudad tienes que pasar por el centro. Al final se dejó aconsejar por los técnicos y aprobaron que fijaba un horario, que prohibe las bicicletas en las horas de máxima afluencia. Lo mismo ocurrió con la pacificación del tráfico que se hizo en las calles del centro. Así que algo se hizo. Y el anterior, Patxi Lazcoz (PSOE) bastante tuvo con la reconversión de las líneas de autobuses y el paseo de 17 líneas a 9 en un día. Así que no: independientemente del partido, no veo una apuesta por la bici.