Cultura ciclista

Ciclotimia #20: carné ciclista, ¿sí o no?

Ante la (bendita) proliferación de ciclistas urbanos, algunas voces reclaman la implantación de un carné ciclista obligatorio. Como siempre, en nuestro nuevo número damos argumentos a favor y en contra. ¿Tú qué piensas?

A FAVOR

El saber no ocupa lugar y, para moverse en bici, siempre será conveniente conocer las normas que rigen la convivencia entre los actores de la vía pública. Si queremos derechos, debemos asumir obligaciones, y el hecho de que la bici no sea un vehículo cualquiera no debe eximir a sus usuarios de conocer y cumplir las reglas. Un carné ciclista eliminaría de raíz la tediosa cantinela de que nos pasamos las leyes por el arco del triunfo. Nos otorgaría una mayor exigencia de cara a las administraciones. Y, desde luego, añadiría información, y por extensión seguridad, a nuestros desplazamientos, reduciendo el peligro que sufrimos y que, muchas veces por ignorancia, también en ocasiones provocamos.

EN CONTRA

La bici no es un coche, una moto o un autobús. Y es probable que, en la jungla ciudadana, el ciclista esté más cerca del peatón que de cualquier conductor de un vehículo a motor. Entonces… ¿Cómo puede alguien plantearse la imposición de seguros o carnés? No juguemos a ser aprendices de brujo: para hacer bien las cosas basta con imitar las políticas que funcionan en otros muchos países, y en ninguno de ellos existe el carné ciclista. Bienvenida sea siempre la educación vial… pero son los automovilistas los que más la necesitan. La idea de exigirnos un carné a nosotros sugiere y respalda una falacia: que, en lugar de parte de la solución, los ciclistas somos responsables del problema que sufren carreteras y calles.