Ciudades

Los carriles bici pintados son “una pérdida de dinero”, según expertos británicos

Chris Boardman y otros portavoces de la federación ciclista británica han considerado “trágico” que el gobierno “haya malgastado cientos de millones de libras en infraestructura ciclista y peatonal deficiente”.

Chris Boardman es la cara más reconocible del grupo de asesores especializado en ciclismo urbano y movilidad ciclista de British Cycling, la federación de ciclismo británica que, en los últimos años, ha ido adquiriendo más y más peso gracias a los éxitos deportivos de los ciclistas locales y, desde luego, por la proliferación de bicicletas en las calles de las ciudades británicas.

Sin embargo, dichos asesores no están demasiado satisfechos con muchas de las políticas institucionales en lo que respecta a infraestructura ciclista. Por eso, Boardman y alguno de sus compañeros han criticado la proliferación de carriles bici sin segregar o, en otras palabras, espacios “pintados” en el suelo por los que, en principio, tienen preferencia los ciclistas.

Los carriles bici pintados en el suelo han sido definidos como “un gesto de cara a la galería”

Dichos carriles han sido definidos como un “gesto de cara a la galería” que no contribuye en nada a incrementar la seguridad a la hora de moverse en bicicleta. En una carta enviada a Chris Grayling, actual Secretario de Estado de Transporte, los expertos mencionados aseguran que “actualmente no existen estándares mínimos de seguridad para la infraestructura peatonal y ciclista, por lo que las acciones realizadas no harán más que malgastar dinero público y fracasarán en la labor de persuadir a la gente a cambiar sus hábitos de movilidad”.

En su misiva, los firmantes exigen a las autoridades “que se ponga fin a la planificación del transporte centrado en el automóvil, realizando inversiones que valoren el auténtico costo que supone el uso masivo del coche para la sociedad”. También denuncian la relajación por parte de las fuerzas del orden público a la hora de multar a aquellos conductores que cometen imprudencias, y reclaman que el dinero recaudado por esas multas se reinvierta en políticas de movilidad sostenible, mejoras del transporte público o la creación de parques y jardines.

Según Boardman, que fuera campeón mundial en la categoría de contrarreloj individual en 1994, medalla de oro olímpica en Barcelona’92 y poseedor de varias medallas más, tanto mundiales como olímpicas, en carretera y pista, “es trágico que el gobierno haya malgastado cientos de millones de libras en infraestructura ciclista y peatonal deficiente”.