Ciudades

BiciMAD: los usuarios esperan mejoras con la nueva etapa

La noticia de que el servicio de bicicleta pública de Madrid, BiciMAD, pasará a ser gestionado por la EMT ha sido recibida con esperanza de mejoras por parte de sus usuarios.

Nació entre una oleada de expectación. No en vano, Madrid tenía el dudoso honor de ser una de las últimas ciudades de España en contar con un sistema público de alquiler de bicicletas. BiciMAD llegaba a la capital a bombo y platillo… y empezaron los problemas. Fallos informáticos, estaciones y anclajes defectuosos, vandalismo y una gestión más que dudosa por parte de la empresa adjudicataria, Bonopark, llevaron al límite la paciencia de los usuarios. Por su parte, el sistema se desangraba, con pérdidas de 300.000 euros mensuales a pesar del éxito en el número de usuarios (unos 60.000 abonados) y la constante demanda por parte de los barrios a los que no llega la bici pública.

Este lunes, los madrileños se levantaban con la noticia de que BiciMAD pasará a manos del Ayuntamiento. 10,5 millones de euros mediante, la Empresa Municipal de Transportes (EMT) se queda con la gestión, según anunciaron en una comparecencia conjunta la portavoz municipal, Rita Maestre, la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, y representantes de la EMT y de Bonopark. La cesión del contrato se formalizará en un plazo aproximado de seis meses, durante los cuales se aprovechará para mejorar el sistema, según el Consistorio.

Los problemas del sistema

La noticia ha sido recibida con optimismo por los usuarios de BiciMAD, que esperan que se solventen los numerosos problemas del sistema. “Por supuesto: estoy de acuerdo con la municipalización”, apunta David, usuario habitual. “Espero que esto suponga la puesta en marcha de medidas mucho más audaces para incentivar el uso de la bici en Madrid”. Marta, otra usuaria, cuenta: “Cuando vi el anuncio me alegré, la verdad: espero que lo hagan mejor. Bueno, no estoy segura de que se pueda hacer mucho peor de lo que lo están haciendo ahora, así que confío en que si el servicio se vuelve público, se invierta lo suficiente en mejorarlo”, apunta. Raúl, que lleva usando BiciMAD desde el primer día, manifiesta sus dudas. “A veces el sistema es desesperante, especialmente por la cantidad de fallos de los anclajes. No sé hasta qué punto se puede solucionar a estas alturas, pero confío en que la municipalización haga que estos fallos se vayan subsanando”.

“Hay mucho camino por recorrer, pero creo que gracias a BiciMAD empezamos a notar cambios”

Todos los usuarios de BiciMAD coinciden en algo: en Madrid había ganas de bici, y el servicio público de alquiler, con sus pros y sus contras, ha contribuido a normalizar la presencia de ciclistas en las calles. “Creo que Madrid necesitaba urgentemente replantearse su modelo de movilidad, y BiciMAD fue una iniciativa estupenda para llamar la atención sobre esto”, reflexiona David. “Todavía hay mucho camino por recorrer, como hemos podido comprobar en el pasado “Día sin coches”, pero creo que gracias al BiciMAD empezamos a notar cambios. Cada vez hay más gente en bicicleta, y los conductores se están empezando a acostumbrar a su presencia”. Para Raúl, BiciMAD ha resultado “muy útil”. ·Estoy muy contento con su implantación, y lo uso a menudo para moverme por Madrid. Pero lo más gratificante sin duda es que he podido descubrir el placer de ir en bici a muchas personas”.

“Es un servicio necesario y creo que las bicis van muy bien”, afirma Marta. “Pero creo que, hasta ahora, la gestión ha sido malísima: los tótems muchas veces, demasiadas, no funcionan, y cada vez hay más bicis estropeadas de una forma u otra. A veces he tenido que ir a tres y hasta cuatro estaciones para poder sacar una bici. Incluso en una ocasión llegué hasta mi casa caminando de estación en estación”, recuerda.

David pone sobre la mesa un elemento más: “Esto será una opinión poco popular, pero para mí fue un error que se tratase de bicicletas eléctricas. Aparte de que no incentivan precisamente el ejercicio físico, me parece que el mantenimiento es demasiado caro, y con la municipalización puede suponer un gasto excesivo”. El tiempo lo dirá.