Accesorios para bicicletas

Prueba de la chaqueta Castelli Commuter Reflex Jacket

Nuestra valoración 4.8
Ver más →

Castelli es todo un referente en el sector del ciclismo, especialmente en su faceta mas deportiva. Pero la marca italiana también cuenta con un extenso catálogo de prendas orientadas al 'commuting' o ciclismo urbano: probamos en profundidad una de las más atractivas, la Castelli Commuter Reflex Jacket, una chaqueta diseñada para pedalear en estos días de frío y lluvia. ¡A por ella!

Es verdad: aunque solemos salir a pedalear con propósitos deportivos, y cada vez más nos adentramos en bici por la carretera y el campo, nuestro hábitat cotidiano y entorno ciclista más habitual es la ciudad. Esos desplazamientos, muchas veces no demasiado largos, pero no por eso menos exigentes, para ir de un lado a otro, para acudir a una reunión o hacer recados, o simplemente por el placer de movernos. Un ciclismo, el urbano, que aunque no exija determinadas prendas concretas sí agradece contar con el mejor material desarrollado para ese propósito, y todavía más en estos días de lluvioso y frío otoño.

Castelli traslada todo su conocimiento deportivo a un ámbito urbano, y le da un toque de elegancia y discreción a su chaqueta para que podamos usarla para, por ejemplo, ir a trabajar cada día.

Sí: con el cambio de estación, salir a pedalear con una buena chaqueta que nos proteja del viento, la lluvia y el frío se ha hecho imprescindible. Y precisamente para eso está concebida esta chaqueta Castelli Commuter Reflex Jacket un producto de la prestigiosa marca italiana dirigido, al 100%, a los ciclistas urbanos. Por materiales, por diseño o por estética, pero siempre aplicando la larga experiencia de Castelli en el mundo del ciclismo. Por eso, con mucho entusiasmo y expectación, hemos probado de manera intensiva esta Castelli Commuter Reflex Jacket, que tiene un precio recomendado de 259,95€.

En la calle

Al tener por primera vez delante la chaqueta, nos llama la atención que, aunque orientada a un uso urbano y cotidiano, su diseño evidencia la deportividad de sus creadores. Y, la verdad, es algo que agradecemos, porque en otras ocasiones nos hemos encontrado con productos de este tipo que, pretendiendo trasladar una presunta elegancia o seriedad al entorno de la bicicleta, daban como resultados diseños un poco raros, aburridos, que no cuadraban demasiado con la vida activa que llevamos los ciclistas urbanos. La Commuter Reflex Jacket de Castelli no es así: es una chaqueta deportiva, relativamente informal, pero es verdad que más discreta y formal que otras chaquetas de la marca. En definitiva, nos parece a nivel estético una prenda adecuada para casi cualquier situación, a menos que tu destino y actividad cuando llegues en la bici te exijan una elegancia exquisita (que, por cierto, también es compatible con la bicicleta, donde puedes también pedalear con, por ejemplo, el abrigo más clásico del mundo).

Aunque no lo parezca de día, la Castelli está llena de detalles reflectantes para que rodemos con más seguridad por la noche.

Esa cierta elegancia y formalidad se corresponden con, por ejemplo, la casi total ausencia de colores en la chaqueta, con la excepción (por supuesto) del célebre e inconfundible logo rojo de la marca, que se encuentra bien visible (aunque en tamaño pequeño) en el centro del pecho, además de (un poco más grande) en la parte inferior de la espalda, casi en la cintura. El resto es todo negro, o mejor dicho negro pero con unos discretos topos grises por toda la chaqueta, que en realidad son puntos reflectantes muy camuflados. Según sus creadores, "queríamos diseñar una chaqueta que garantizase la máxima visibilidad cuando sales de la oficina de noche, pero que no se viese ridícula con todos los detalles plateados reflectantes cuando entras en la oficina. Hemos aplicado una impresión reflectante en toda la superficie de la chaqueta que es imperceptible de día, pero garantiza elevada visibilidad de noche". Es cierto: la chaqueta es, en condiciones naturales, muy discreta, pero en la oscuridad se convierte en una llamativa prenda totalmente cubierta de puntos que reflejan la luz. ¿Nos gusta? Sí: siempre decimos que no nos gusta "disfrazarnos" por ir en bicicleta, y desde luego en un primer momento no vamos a llamar la atención (a menos que, y ese es el objetivo, se nos esté viendo desde un coche sobre el asfalto de una noche oscura).

Así de luminosa luce de noche la Castelli gracias a sus "lunares" reflectantes.
Así de luminosa luce de noche la Castelli gracias a sus "lunares" reflectantes.

Materiales y textura

Si buscas una chaqueta muy, muy abrigada, esta Castelli no es el producto. Porque la Commuter Reflex Jacket no apuesta por dar un calor extremo a cambio de más peso y, probablemente, más agobio y sudor, sino que es más bien ligera y bastante ventilada. Vayamos por partes: su peso es de 382 gramos (muy contenido considerando que es para la ciudad, y sobre todo si la comparas con, seguro, buena parte de las otras chaquetas que encuentres en tu armario), y esta hecha de un tejido de tres capas que, sobre todo, busca la impermeabilidad. Castelli garantiza "una resistencia a la columna de agua de 20 000 mm y una transpirabilidad de 20 000 g/m²/24h", lo que implica que la chaqueta parece, en un primer contacto, fina, pero su tecnología hace que resista muy bien al viento y el agua. Y la verdad es que lo consigue: cuando estamos con ella en la oficina o en un ambiente cerrado, por ejemplo, notamos que es calurosa, y aunque cuando salimos a pedalear a la fría calle da la sensación de que no nos abrigará lo suficiente, lo cierto es que ningún día (y la hemos probado mucho, y con bastante frío), lo hemos pasado mal con ella. Habrá que esperar al invierno más crudo para ver qué tal aguanta, pero desde luego para este otoño algo duro es más que suficiente, incluso si sales a pedalear con lluvia y ninguna luz.

La Castelli tiene un corte muy bonito que, al mismo tiempo, nos aísla del frío en puntos clave de nuestro cuerpo.
La Castelli tiene un corte muy bonito que, al mismo tiempo, nos aísla del frío en puntos clave de nuestro cuerpo.

La tecnología de Castelli se ha aplicado también a las costuras, selladas para asegurar la impermeabilidad y la resistencia al viento. Es cierto que la revisamos por todas partes y comprobamos que está muy, muy bien rematada. El cierre y la cremallera delanteros ajustan a la perfección, y precisamente toda la cremallera (de excelente calidad) está cubierta por una tela (una solapa, mejor dicho) que la hace aún más hermética. Y es muy llamativo, y muy de agradecer, el faldón cortaviento inferior, que recorre todo el interior de la cintura y que nos aísla por completo la rabadilla (sí, esa parte particularmente expuesta cuando pedaleamos, sobre todo en una bici en la que vamos más encorvados) pero que también puede dejarse abierto para aumentar la circulación. Dicho cierre, además, se hace pudiendo abrochar cuatro botones, que nos permiten un ajuste mayor o menor según lo que queramos protegernos. ¿Otro aspecto a destacar? Este, y nos gusta mucho: ni una sola vez, y hemos subido y cerrado la cremallera en muchas ocasiones, se nos ha quedado enganchada ni con la solapa que cubre la cremallera ni con la tela inferior, esa sensación tan molesta de no poder subir o bajar la cremallera y tener que sacar la tela enganchada. Insisto: no nos ha ocurrido ni una sola vez, señal de un perfecto ajuste y corte de las capas y buen diseño en general del producto.

Bufanda y guantes

No, esto es una chaqueta y llega donde tiene que llegar, pero también es importante saber y analizar cómo nos protege en dos partes muy vulnerables al pedalear, como son el cuello (la garganta) y las manos. Por la parte superior no tienes que preocuparte: la chaqueta cubre todo el cuello, y sólo cerrando la cremallera se te va a quedar ajustada para proteger (sin agobios) esa parte del cuello. Digo sin agobios porque la textura interior es ligera y agradable, aunque es verdad que nos protege del frío.

La Castelli combina elegancia con protección.
La Castelli combina elegancia con protección.

En cuanto a las manos, evidentemente no van a quedar cubiertas por la chaqueta (no es la idea), pero sí que la Castelli cuenta con un cierre de velcro en el puño que permite un ajuste perfecto, para dejarlo un poco más abierto cuando ya entremos en calor o no haga tanto frío pero que, al mismo tiempo, puede cerrarse por completo para que no entre nada de aire por las muñecas y nos proteja por completo los brazos. Ese velcro, y la tira con la que se ajusta el cierre, son de altísima calidad, muy fáciles y cómodos de manipular y, en cuanto los cierres, sentirás que te aíslan y procuran un calor y una protección inmediatos. Y no, no hay botones, ni logos, ni nada parecido, en otra evidencia de que en esta ocasión el objetivo de los diseñadores era conseguir la máxima elegancia y simplicidad en la prenda, pero sin descuidar en absoluto la practicidad y la belleza de cada uno de sus componentes.

Bolsillos e interior

Lo que no abundan en esta Castelli Commuter Reflex Jacket son los bolsillos: apenas tenemos dos, uno a cada lado, de buenas dimensiones (cabe en cada uno una cartera, un teléfono móvil, unas llaves... ¿necesitas algo más?) y con cierre por cremallera (la cremallera también aquí esta cubierta/aislada por una solapa). Y no hay más, ni en el exterior (no hay uno en la parte superior, a la izquierda de la cremallera, donde muchas otras chaquetas ofrecen un bolsillo pequeño para tener algo a mano, y por supuesto tampoco en la parte trasera, donde Castelli ha rehuido -y nos parece excelente- el clásico bolsillo elástico trasero que recorre los maillots y muchas prendas pretendidamente ciclistas) ni en el interior, donde se da casi por supuesto que tendremos un "saco" para guardar algún accesorio grande o un bolsillo más pequeño y con cremallera para transportar objetos delicados. Pues no, insistimos, aquí Castelli opta por el "minimalismo" con sólo dos bolsillos exteriores laterales, perfectos para transportar lo imprescindible o, cuando nos bajemos de la bici, meter ahí las manos y resguardarnos del frío.

Es difícil que te entre frío por las manos, gracias al ajuste con velcro de los puños.
Es difícil que te entre frío por las manos, gracias al ajuste con velcro de los puños.
El forro, además de aislante, es muy agradable. Las costuras están perfectamente selladas y todo transmite calidad.
El forro, además de aislante, es muy agradable. Las costuras están perfectamente selladas y todo transmite calidad.
La cinta que protege y ajusta la cintura se abrocha con estos cuatro botones.
La cinta que protege y ajusta la cintura se abrocha con estos cuatro botones.

Y, ya para concluir, toca hablar del interior. Y si el exterior es impecable, como en todo gran producto también lo es lo que no se ve. En el cuello, una tela muy agradable al tacto recorre todo el borde, y bien que se agradece cuando nos lo abrochamos hasta arriba. En el resto, el forro, las costuras perfectamente selladas, y unos cuantos logos (muy, muy discretos, sobre todo los que recorren la cinta de la cintura) nos recuerdan que estamos ante un producto de una marca de la reputación de Castelli. ¿Un último detalle? Sí, la cinta roja en el forro, bonita y de buena calidad, que nos permitirá colgar con sumo cuidado y mimo nuestra querida chaqueta. ¡Impecable!

Prueba de la chaqueta Castelli Commuter Reflex Jacket

La prestigiosa Castelli también nos viste de calle, y ofrece esta chaqueta para nuestros desplazamientos urbanos. El objetivo es conjugar rendimiento (abrigándonos y protegiéndonos de la lluvia) pero manteniendo la comodidad y ligereza de sus prendas más deportivas, además de sumarle la elegancia y discreción que precisa el commuter que usa la bici para sus desplazamientos cotidianos y profesionales. Y sí, Castelli lo ha conseguido, porque pese a su notable precio (hablamos de una marca premium) la Commuter Reflex nos parece muy, muy recomendable, y desde luego los 259,95€ que cuesta nos parecen muy razonables. Vas a usarla mucho, y cada vez que lo hagas vas a agradecer haber apostado por un producto de tanta calidad y con magníficos acabados y materiales. ¡A por ella!

4.8
  • Estética
  • Comodidad
  • Practicidad
  • Acabados
  • Durabilidad
  • Relación calidad/precio