Ciudades

"La bici no es un fin, sino un instrumento para cambiar la ciudad" (Giuseppe Grezzi)

Se le ve en su salsa: asiste a conferencias, saluda a conocidos y desconocidos y participa en alguna de las sesiones explicando el nuevo papel de la bicicleta en Valencia. También, por supuesto, se siente a hablar con Ciclosfera: si Giuseppe Grezzi es activo, su ritmo en la reciente edición de Velo-city era, casi, frenético.

¿Qué hace en Velo-city el Concejal de movilidad sostenible y espacio público de Valencia?

Es mi tercer Velo-city y, por mi trabajo, supone una gran oportunidad para dar a conocer el trabajo que hemos hecho, el impulso que vive la bicicleta en Valencia y cómo hemos recuperado la ciudad para las personas. Instituciones, ayuntamientos, empresas, activistas… Aquí están las tendencias más importantes del ciclismo urbano mundial pero, además de escuchar y aprender, también recibes su feedback de lo que está pasando en Valencia.

¿Y qué te dicen?

Para empezar, creo que mi papel representa un poco el de Valencia y la bici. En el primer Velo-city, en 2017, en Arnhem-Nijmegen, fui como oyente. Al siguiente, en 2019 en Dublín, participé en una mesa redonda. Y ahora, dos años después, Valencia y mi papel han cambiado, y hemos tenido una respuesta muy positiva, con un enorme interés por conocer nuestras acciones. Porque, aunque cada ciudad debe buscar su camino, a nosotros nos inspiran otros lugares y, creo, nosotros también estamos siendo una inspiración.

"Es llamativo que tuviésemos más votos en, precisamente, los barrios donde habíamos hecho más infraestructura ciclista"

¿Qué te ha llamado más la atención de esta edición?

El hecho, indiscutible, de que cada vez hay más ciudades que se suman a la bicicleta. Es interesante que esta, pese a ser una edición en transición debido a la pandemia, ha tenido bastantes asistentes, la organización es fantástica y hemos comprobado que, además de entre nosotros, debemos sacar el debate a la calle. Además, me ha interesado mucho todo lo comentado sobre la situación del mercado, nuevas innovaciones de bicicleta compartida o cómo organizar el centro de las ciudades para hacerlo más humano.

Llevas seis años en el cargo… ¿han dejado de criticarte por tu apuesta por la bici?

Puede ser…. ¡Pero ahora me critican por otras cosas! Creo que, tras las últimas elecciones, hubo realmente un antes y un después respecto a esa polémica. Es llamativo que tuviésemos más votos en, precisamente, los barrios donde habíamos hecho más infraestructura ciclista. Eso acalló muchas bocas… La bici se ha consolidado en Valencia, y nosotros seguiremos nuestro camino, haciendo un segundo anillo ciclista, conectando la infraestructura existente e intentando ampliarla, sobre todo por zonas como el sur o el suroeste de la ciudad.

¿Cuál es, en tu opinión, la mejor manera de subir nuevos usuarios a la bicicleta?

No hay fórmulas mágicas, pero nosotros apostamos por hacer una red ciclista protegida, de calidad, no pensada para ciclistas expertos sino para niños, gente mayor, potenciales usuarios de la bici. Nosotros hemos hecho 40 kilómetros de carril bici en la calzada, con una anchura de 2,5 metros y bidireccionales. Pero, además, hemos intentado fomentar la cultura de la bici con campañas publicitarias, evento como Bicifest, invitando a personalidades y prescriptores en este terreno..

¿Qué vais a hacer con los fondos europeos?

Ahora mismo estamos terminando nuestro proyecto, para así presentarlo antes del 30 de septiembre. Es una oportunidad para dar un salto y mostrar que la bicicleta no es un fin, sino un instrumento para cambiar la ciudad descarbonizándola, creando zonas de bajas emisiones, itinerarios peatonales o un mejor transporte público.

"Apostar por la bicicleta no tiene un coste electoral: como se ha demostrado en París o Valencia, genera incluso votos"

¿Es Valencia un ejemplo para otras ciudades? ¿Os piden consejos?

Nos invitan a foros, pero no para hablar de fondos sino para escuchar nuestra experiencia y saber, de primera mano, hasta qué punto es positiva. Y claro, también les transmitimos que esa apuesta no tiene un coste electoral sino, como se ha demostrado en otros lugares como París, genera incluso votos. Los datos lo demuestran: en Valencia, la oposición dijo que quitaría los carriles bici en determinados barrios, y allí creció nuestra ventaja.

¿Cómo ves Madrid?

Es evidente que, con el anterior gobierno, se desperdició una buena ocasión. Tenían presupuestos participativos, se votaba la opción de crear infraestructura ciclista… Pero al final, no se hizo. Creo que es un error: si te comprometes a cumplir con un presupuesto participativo, debes hacerlo. Eso sí: las presiones, la propaganda, en Madrid es todavía más fuerte y peor. Ahora han inventado eso de Madrid 360, que va a generar efectos negativos y, posteriormente, unas sanciones brutales desde Bruselas. En fin…

Rafa Vidiella, director de Ciclosfera, entrevistando a Giuseppe Grezzi durante Velo-city Lisboa (foto: Fernando Lozano)
Rafa Vidiella, director de Ciclosfera, entrevistando a Giuseppe Grezzi durante Velo-city Lisboa (foto: Fernando Lozano)

¿Qué piensas cuando oyes a tantos políticos apostar, también económicamente, por el coche eléctrico y su industria?

Creo que es un gran error, y que supone defraudar una gran necesidad y expectativa de cambio a cambio de mantener el status quo. Por supuesto que debe haber descarbonización, pero cambiar un coche con motor de explosión por otro eléctrico no basta: ese dinero, ese esfuerzo, debería ir mucho más allá. Mejorar el transporte público, apostar por vehículos mucho más racionales y sostenibles… En Valencia por ejemplo, llevamos años insistiendo en mejorar el tren de cercanías, y no hemos obtenido respuesta. ¿Resultado? El servicio ha empeorado y el número de usuarios ha bajado drásticamente. Y lo mismo pasa en Madrid o en Barcelona.

Y una última pregunta obligada… ¿Habrá un Velo-city en Valencia?

Entre comillas, creo que es una obligación. España debe entrar en una nueva fase respecto al ciclismo urbano, el movimiento está creciendo, y queremos mostrar que la bici, también en el Mediterráneo, es capaz de revolucionar las ciudades. Pero tendremos que valorarlo: hacer números, recopilar ideas, pensar en formatos distintos y, quizá de cara a 2024 ó 2025, intentarlo.