Ciclosfera #10

Un cementerio de bicicletas

Aparcar en Nueva York es el horror. Pocos anclajes, multas de hasta 1.000 dólares por atar la bicicleta a un árbol y decenas de viejas monturas hacinadas en aparcamientos. Para rematarlo, una normativa imprecisa: las posibilidades de que la Policía inmovilice tu máquina son infinitas.

Por eso Pat Gamble, estudiante de arte en la Miami Ad School, aceptó el desafío cuando un profesor le propuso pensar en algo que no funcionase en Nueva York y solucionar el problema. Gamble es de Portland, una ciudad diseñada para los ciclistas. Por eso, desde que aterrizó en NY, le sorprendió la incapacidad de adaptación de la ciudad al medio de transporte más democrático.

Este director de arte diseñó un sistema para localizar los irritantes esqueletos de acero y aluminio que obstruyen valiosos aparcamientos de bicicletas y agilizar su retirada. El procedimiento es sencillo: usuarios de Instagram fotografían el lugar en el que reposa la chatarra, introducen la localización exacta y etiquetan la imagen con el hashtag #deadpedalny.

Bicis abandonadas

La web Dead Pedal NY registra la información, la proyecta en un mapa y la traslada al Department of Sanitation, una especie de consejería de salud pública, para que actúe y libere los escasos emplazamientos de bicicletas. El proyecto arrancó en febrero y, hasta el momento, su perfil de Instagram reúne un catálogo de preciosas fotografías que revelan la decadencia de la belleza.

@iklove
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El departamento de Salud Pública ha contactado con Gamble para conocer la iniciativa, aunque el ‘feedback’ todavía es embrionario. El proyecto es exclusivo de Nueva York, aunque su ideólogo está dispuesto a implementar la idea en otras ciudades. “Si alguien ha detectado este problema en su ciudad puede escribirme para que le envíe instrucciones sobre cómo utilizar el widget”, explica desde EE UU vía mail.

¿Ocurre este fenómeno en tu ciudad? Envíanos fotos de bicicletas abandonadas al Instagram de Ciclosfera con el hashtag #biciabandonada, y ayúdanos a detectar los lugares más afectados por el abandono de bicis.