Cultura ciclista

Siempre nos quedará Holanda

Acabo de estar en Nijmegen, donde se ha celebrado este año el congreso anual Velocity, organizado por la ECF. Hacía tiempo que no se organizaba un Velocity en Holanda y muchos lo echábamos de menos.

Holanda representa muchas cosas en el mundo del ciclismo urbano. Es el país donde se desarrollaron las primeras políticas de fomento de la bicicleta y el que marcó la pauta del diseño de infraestructuras ciclistas en todo el Mundo; por supuesto es el país con más kilómetros de vías ciclistas (35.000 km) y donde más se usa la bici (los holandeses recorren más de 15.000 millones de km en bici al año). Pero sobre todo Holanda representa una actitud ante la bicicleta.

“Ir en bici es una manera rápida de caminar”, dicen en Holanda

Y los holandeses son conscientes de ello. En el programa que nos han repartido hay una sección de consejos acerca de como ir en bici en Holanda, titulada “How to cycle like the dutch”. Una de sus primeras frases es: “Cycling here is a faster form of walking” (Aquí ir en bici es una manera rápida de caminar). Pocas frases definen mejor la manera desenfadada en que los holandeses usan sus bicicletas. Un desenfado que a algunos les parecerá anarquía, pero que es el resultado de una larga y sabia relación con la bicicleta como modo de transporte cotidiano. Pocos en el mundo saben sacarle tanto partido a un cuadro y dos ruedas como los holandeses.

Recuerdo que en el Velocity celebrado en Sevilla propuse y coordiné un panel titulado “¿Qué es la bici, un coche sin motor o un peatón con ruedas?” y las reacciones, a veces airadas, que suscitó la segunda hipótesis, tanto durante el panel como sobre todo después, en las redes sociales. Recuerdo también que en el Velocity de Vancouver, antes de darnos nuestra bici (y nuestro casco, que en Vancouver es obligatorio) nos hacían firmar un papel en el que reconocíamos que “ir en bicicleta es algo potencialmente peligroso” y en el qué renunciábamos a exigir a la organización cualquier responsabilidad al respecto. Un holandés jamás te haría eso, le parecería tan absurdo como obligarte a firmar que “salir a la calle es peligroso” antes de darte unos zapatos.

En la ceremonia de apertura del Congreso – que fue presidida por el propio Rey Guillermo de Holanda, que como es lógico también es usuario de la bicicleta, como toda su familia – nos pusieron un estupendo y divertido vídeo, que se puede ver en Internet junto con muchos otros similares y que es uno de mis vídeos favoritos desde hace tiempo.

Aconsejo al lector o lectora que se entretenga contando cuántas de las escenas que aparecen en el vídeo son ilegales y/o desatarían el escándalo y la ira de las mentes bienpensantes en España y en muchos otros países del mundo: ir en bici con paraguas, pasear al perro mientras se va en bici, pedalear llevando otra bicicleta, llevar a un amigo/a en tu bici, circular en paralelo y otras muchas que no aparecen en la versión del vídeo que he encontrado en Internet, pero que sí aparecían en el vídeo que nos pusieron y que aparecen en otros vídeos del mismo canal que son también muy comunes en Holanda, como hablar por el móvil mientras se pedalea o llevar en la bici objetos inverosímiles.

“En una sociedad hiper-protectora, pedalear en la maravillosa Holanda es algo así como una terapia”

Sin embargo, pensándolo bien, muchas de esas cosas eran también comunes en España cuando en este país todavía de usaba la bicicleta como modo de transporte cotidiano. Al menos yo recuerdo haberlas hecho de niño y de adolescente. Claro que, dirán algunos, el mundo ha cambiado mucho desde entonces. Ahora educamos a los niños mejor. ¿O simplemente hemos hecho un mundo mucho más peligroso para los niños y nos sentimos mal por ello?

En una sociedad hiper-protectora, que siente una aversión patológica al riesgo al mismo tiempo que crea un mundo cada vez más peligroso, pedalear por ese maravilloso país de cronopios en bicicleta que es Holanda es una terapia que debería recetarse en las consultas de psiquiatría. Así que ya sabéis, cuando no podáis soportar más las admoniciones del Estado y sus representantes (oficiales y extra-oficiales) que os aconsejan “por vuestro bien” que llevéis siempre casco y chaleco reflectante, o que no llevéis a vuestros hijos a la escuela en bici “porque es una irresponsabilidad”, etc., daos un paseo por Holanda para recuperaros.