Bicicletas

Bicicletas de segunda mano: la opción alternativa para Navidad

En plena época de consumismo desenfrenado, te invitamos a apostar por la segunda mano. Sostenibilidad, fiabilidad y precio, todo en uno.

Por definición, el ciclista urbano es un ciudadano comprometido con un mundo más sostenible: al fin y al cabo, no existe un vehículo más respetuoso con el medio ambiente que la bicicleta. Pero conviene no olvidar que, pese a ser incomparable con la de cualquier otro bien de consumo destinado a la movilidad, también la fabricación de una bicicleta tiene una huella ecológica. Es por ello que la segunda mano se presenta como una gran opción para todos aquellos que están convencidos de que es necesario dar una segunda vida a las miles de monturas que esperan una segunda oportunidad en los trasteros de las principales ciudades españolas.

Volver a poner esas bicicletas en circulación es, precisamente, la obsesión de negocios como Recycling, una franquicia creada hace poco más de tres años que, paso a paso, se ha convertido en el gran referente a nivel nacional con 11 tiendas repartidas por buena parte de la geografía española. “La sostenibilidad está en el ADN de Recycling”, explica José Luis Martínez Molina, su fundador. “Lo reciclamos todo: cartón, plástico, pilas, neumáticos…”. Eso sí, para los clientes la principal  motivación no es ese respeto al medio ambiente, sino el ahorro. “Por encima de todo, la gente lo que mira es el precio. El porcentaje de ciclistas que apuesta por la segunda mano por una cuestión de sostenibilidad debe rondar el 3%”, admite José Luis.

Desde Tuvalum, web especializada en la venta de bicicletas de segunda mano, su CEO Alejandro Pons se muestra convencido de que, ya sea por dinero, comodidad o convicción, la gente apuesta cada vez más por esta manera de comprar. “La segunda mano, que está muy arraigada en países como Alemania, Holanda o Reino Unido, se está dejando de ver como algo cutre en España, y en ello han jugado un papel esencial apps como Wallapop o Vibbo. Hoy en día mucha gente se da cuenta de que es la mejor opción, también para bicicletas y componentes de alta gama”, explica Alejandro.

Web de Tuvalum.
Web de Tuvalum.

La pregunta es clara: ¿por qué en España vamos por detrás, también en el mercado de segunda mano? José Luis apunta en dos direcciones: “En primer lugar, en otros países de Europa es habitual llevar un contrato de compraventa cuando vendes un determinado producto. Aquí, mucha gente prefiere no declarar ni firmar nada. Por otro lado, otros países cuentan con una regulación mucho más completa y exigente en este sentido”.

Pese a ese afán por hacer las cosas de manera informal y sin contratos de por medio, la realidad es que la gente agradece luego la seriedad. “Es así: en Recycling ofrecemos una garantía de un año, y al cliente le da mucha tranquilidad poder dirigirse a una tienda física en el caso de que tenga el más mínimo problema”. En ese sentido, en Tuvalum hacen especial hincapié en conseguir ganarse la confianza de sus clientes. “Nuestras bicicletas están revisadas hasta el más mínimo detalle. Nuestros clientes saben que si cualquier artículo no coincide al 100% con la descripción, tienen todas las garantías”, apunta Alejanro.

Trabajar duro

De cara al emprendedor que decide montar una tienda o negocio online centrado en la segunda mano, los que ya lo han hecho coinciden: hay que trabajar muy duro. “No es un negocio fácil, pues requiere muchos procedimientos: búsqueda de bicicletas, tasación, revisión completa y puesta a punto, la venta… Y todo, para un margen comercial pequeño. Aun así, el negocio está en expansión, pero que nadie piense que se va a hacer rico vendiendo bicicletas de segunda mano”, apunta José Luis.

biciclaje
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Diego Martínez, de la tienda de bicicletas de segunda mano Biciclaje, en Alcorcón (Madrid), fundada en mayo de 2013, reconoce que noviembre es, tradicionalmente, un mes muy flojo. “Desgraciadamente, en España la gente no usa la bici cuando llega el frío, pues se sigue pensando que es algo más propio del verano”. Ahora, con la llegada de las Navidades, la cosa remonta ligeramente.  “Se venden sobre todo accesorios para regalo: un casco, unas gafas… Y también bicicletas infantiles. Pero tenemos un problema: las grande superficies venden bicicletas para niños de baja calidad en sus materiales; normalmente son mas pesadas por ser de acero y con componentes económicos que hace que se estropeen pronto o no funcionen con precisión. La gente prefiere optar por ellas antes de gastarse un poco más de dinero y comprar una bicicleta de calidad, con buenos acabados y materiales más ligeros”.

De cara a tratar de revertir esa situación, Diego optó al poco tiempo de abrir por combinar las bicicletas de segunda mano con las nuevas. “De hecho, el plan renove es lo que más hacemos: la gente compra una bici nueva y te deja la vieja. Vendemos más bicicletas nuevas que de segunda mano”. Una situación que debería cambiar, aunque para ello haga falta incidir en una idea clave: siempre será más sostenible reutilizar que comprar. Y siempre habrá alguien dispuesto a vender lo que ya no utiliza para que otra persona le dé una segunda vida.