Ciudades

“Dar dinero fomentaría el uso de la bici, pero es difícil hacerlo sin la ayuda del Gobierno” (Giuseppe Grezzi)

“Los políticos tenemos que ser personas normales, y si antes de ocupar un cargo público nos movíamos en bici tenemos que seguir haciéndolo”. Esa fue una de las frases de Giuseppe Grezzi, regidor de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de Valencia, durante su participación en La Ciudad de las Bicis de Zaragoza. Hablamos con él sobre ciclismo, movilidad y, por supuesto, cómo fomentar el uso de la bicicleta.

Acaba de anunciarse que, un mes después de ponerse en marcha el Anillo Ciclista, ha descendido el tráfico en la ciudad en casi un 10%. ¿Cómo lo valora?

Es un resultado muy satisfactorio, aunque sospechábamos que podría ocurrir algo así. Con este nuevo carril bici bidireccional (toda la ronda es unidireccional) hemos redistribuido el espacio de una forma más equilibrada, creando un espacio protegido y muy amplio. Pero además hemos mejorado el espacio peatonal, con nuevos pasos de peatones y semáforos y mejorado las paradas de la EMT, convirtiendo la circunvalación, donde el coche campaba a sus anchas, no sea tan “atractiva” para el coche como hasta ahora.

El tráfico ha bajado un 10%… ¿Hasta qué punto cree que puede llegar a descender?

Estamos hablando del primer cinturón de la ciudad, que comprende importantísimos núcleos comerciales, la estación del Norte (verdadera puerta de entrada a la ciudad), museos y colegios, oficinas de la administración y también privadas. Es el centro neurálgico de la ciudad, pero se usaba como un atajo para el tránsito motorizado, de una forma oportunista y de paso. Es prematuro hacer previsiones, porque este es sólo un primer paso… Los siguientes serán actuar en la segregación del carril bus, con separadores físicos, para impulsar la mejora de la velocidad comercial, la regularidad y la frecuencia. Además, tomaremos medidas como controlar la velocidad de los coches a través de la sincronización de semáforos, y determinadas medidas que eviten las travesías rápidas por toda la ronda.

¿Cuáles son la gran debilidad de Valencia en materia de sostenibilidad?

Valencia, como la mayoría de ciudades españolas, ha tenido en los últimos 30 años un modelo de expansión disperso que no ha tenido en cuenta las necesidades de movilidad de los residentes de esos nuevos núcleos poblacionales. Eso ha generado una gran dependencia del vehículo privado, disparándose también los desplazamientos a los numerosos polígonos industriales del área metropolitana. Una debilidad, desde luego, generada por la falta de voluntad política existente hasta hace poco…

“Valencia tiene un tamaño reducido, es muy plana y tiene muy buen clima. Además, hay un cambio de tendencia y mentalidad”

¿Y la principal fortaleza?

Incluso considerando su área metropolitana, la ciudad tiene un tamaño reducido, lo que favorece el implementar medidas que favorezcan los desplazamientos en transporte colectivo. Además, y es algo especialmente positivo para ir en bici, Valencia es muy plana y tiene muy buen clima todo el año. Además hay un cambio de tendencia y mentalidad, algo a lo que contribuye el relevo generacional. También confiamos en que se dé con la bicicleta un proceso “mimético”, ya que cada vez hay más turistas que usan las dos ruedas cuando recorren la ciudad.

La multinacional automovilística Ford tiene una fábrica en Almussafes, cerca de Valencia, desde hace 40 años. Da trabajo a unas 8.000 personas… ¿Hasta qué punto condiciona eso el tomar medidas, desde el ayuntamiento, contra el coche?

No tanto como se puede pensar. Para empezar, la mayoría de los coches que se producen allí se exportan… En todo caso, apostamos por transmitir un mensaje: nuestras medidas van encaminadas a poder tener la opción de hacer un uso del coche más racional, cuando no haya más remedio. ¿Cómo? Potenciando las alternativas de transporte público intermodal y fomentando la bici, para que estas opciones sean de igual o mejor calidad que el uso del vehículo privado.

Ayuda a la compra de bicicletas o ebikes, beneficios fiscales para aquellos que vayan al trabajo en bici o en transporte público… ¿Hasta qué punto cree, y pondrá en marcha, estímulos económicos para promover la movilidad sostenible?

Es algo que puede ayudar mucho, pero no es sencillo, ni desde el punto legal ni desde el presupuestario, crear ese tipo de ayudas. En el transporte público de la EMT sí que hemos ampliado la oferta de abonos transporte, ofreciéndolo a precios muy razonables: el bono ilimitado infantil hasta los 11 años cuesta 5€ al año; el bono social para parados con renta baja cuesta 10€, tenemos un bono para jubilados y minusválidos por 20€ y un bono10 por 8,5€. Sin embargo, creo que lo que más influye en la elección del transporte público es la calidad de servicio. Cuanto mejor sea el servicio, cuanto más competitivo sea respecto al coche, habrá más usuarios. Respecto a las bicicletas, experiencias como el sistema Bike2Work vigente en Gran Bretaña, que financia hasta el 42% de la compra de la bici mediante acuerdos con las empresas, han dado muy buenos resultados. Deberemos explorar esas vías, aunque los problemas mencionados dificultan su implantación a nivel municipal, y más si no se implica un Gobierno central que parece seguir modelos caducos.