Cultura ciclista

Diseñatón, un encuentro sobre participación ciudadana en Madrid

Entrevistamos a Bernardo Brasil, uno de los impulsores del Diseñatón, un encuentro sobre participación ciudadana que tendrá lugar en Madrid los días 4 y 11 de febrero en MediaLab Prado, y en el que la bicicleta tendrá un papel protagonista.

Fotovotón: *Una cabina ubicada en distintos puntos de Madrid, dos botones. *FIR-MAD: Una bicicleta, una urna y un kit informativo para explicar las propuestas que se han presentado al Ayuntamiento.

Son sólo dos de las ideas que se pondrán sobre la mesa en el Diseñatón, que tendrá lugar en MediaLab Prado los próximos 4 y 11 de febrero, y en el que se debatirán distintas iniciativas para fomentar la participación ciudadana en Madrid. Un encuentro abierto  a todos los perfiles creativos: diseñadores, ilustradores, video creadores, fanzineros, comunicadores, amantes de las redes sociales, urbanistas, hackers, youtubers y vecinos y vecinas interesados en procesos de creación colectiva. El primer Diseñatón será el sábado  4 de febrero en la Cantina de MediaLab-Prado (11.00 – 15.00 horas). El segundo, el 11 de febrero en el Auditorio (11.00 – 15.00 horas).

En los Diseñatones habrá siete mesas con campañas concretas y una mesa central de Guerrilla y Remezcla, con campañas propias y donde confluirán también las diferentes mesas. Todas las campañas se desarrollarán de forma interdisciplinar. Las diferentes mesas se pueden consultar en la web del evento.

Bernardo Brasil, de MediaLab Prado, es uno de los organizadores de la cita.

A grandes rasgos, ¿qué es el Diseñatón?

Hace décadas que se habla de Hackaton, que son encuentros en los que hackers y programadores informáticos se juntan para trabajar de forma colectiva, colaborando y compartiendo conocimientos. Es la esencia del código abierto, que es la base del software libre. Si el código de un programa está abierto y visible y tiene una licencia que permite la modificación, cualquier persona puede modificarlo, mejorarlo y enriquecerlo. Si el código está cerrado, porque tiene una licencia restrictiva, nadie puede mejorar ese código. Son dos mundos antagónistas, el abierto y colaborativo y el cerrado y competitivo. Uno genera procesos, otro productos. En los últimos tiempos se habla también de Editatones: gente que se junta para editar una entrada en la Wikipedia. Así que, ¿por qué no un Diseñatón en el que de forma colectiva, colaborativa y transversal diseñemos campañas para el cambio? Un Diseñatón es, intuitivamente, eso mismo: un espacio abierto a la colaboración y el intercambio de ideas orientado a diseñar campañas. Los dos Diseñatones que lanzamos vienen de un primer encuentro, el #cócTELL de narrativas de la participación. Y esperamos que sean los primeros de muchos.

¿Qué papel juega la bicicleta en las distintas propuestas que se pondrán encima de la mesa?

En el #cócTELL de narrativas de la participación hubo diferentes mesas. Lo organizamos por lenguajes: diseño, Relato, Cómic, Vídeo, Relatogramas, Territorios y Remezcla / Guerrilla. La idea de la campaña de bicicletas surgió de la mesa de Remezcla y Guerrilla. Creo que es importante esa victoria subjetiva del 5×1, la manita, para empoderar el imaginario ciclista en Madrid. El desafío es que esa campaña sea potente, que se sumen muchos colectivos, que sea lúdica y divertida, que sea pro y no anti, que sea a favor de otro tipo de movilidad. Y aterrizarla en el sentido que de que en algún sentido se pueda pedir algo concreto y ganable, sea en Change.org o en Decide.Madrid.es. Pero en el fondo creo que la bicicleta es algo muy transversal en materia de espacio público, salud, educación…

¿Cómo creéis que están recibiendo los ciudadanos de la capital las distintas iniciativas de participación que ha puesto en marcha el Ayuntamiento?

Teniendo en cuenta que Madrid partía de la nada en participación, me da la impresión de que bien. Con sorpresa, al ver mecanismos que nunca habían estado disponibles y, tal vez, con desconocimiento de cómo funciona. De cualquier manera, las cifras son buenas, más de 100.000 personas participaron en el Decide el primer año. En 2017 entran en juego varios mecanismos y espacios más. La votación de las dos propuestas que llegaron al 1% del censo, consolidan la democracia directa.

¿Queda mucho camino por recorrer en materia de participación ciudadana?

Queda mucho, evidentemente. Sobre todo en las subjetividades. En considerar la participación como algo natural, necesario, enriquecedor para los individuos y el colectivo. También, en las prácticas. Evidentemente, las cifras irán subiendo y es bueno que ocurra, pero la clave es que llegue un momento en el que la sociedad consiga autogobernarse en buena parte de las parcelas. Deben surgir propuestas desde abajo y ser aprobadas por democracia directa. Los polìticos deben convertirse en gestores de las propuestas ciudadanas, y las ideas surgir de todas las esquinas. Falta, creo una participación más lúdica, más viva. Que participemos sin saber que participamos. A veces los encuentros de la participación son demasiado serios.

¿Qué otras ciudades consideras un ejemplo en este aspecto?

En casi toda Europa hay mecanismos de democracia directa, participativa o deliberativa. Suiza, sin duda, es uno de los países más avanzados. También Islandia, más rupturista, pues la participación vino de la mano de una revolución cívica. En América Latina hay una tradición potentísima de participación, sobre todo territorial y comunitaria. Brasil, Argentina, Uruguay. En los últimos tiempos, México está dando un salto potentísimo, con iniciativas como Wikipolítica.