Consejos

Diez consejos para no sudar en la bici

La primavera ha llegado, y con ella el buen tiempo y algo más de calor. Es uno de los mejores momentos del año para pedalear, pero también una estación en la que suben las temperaturas: aquí te damos diez consejos para no sudar en la bici.

Bastan unas cuantas medidas y un poco de sentido de común para no llegar empapados a nuestro destino. Aquí te damos unos cuantos consejos, pero seguro que a ti también se te ocurren más. ¡Compártelos y todos a pedalear bien limpios!

Sin prisa

Es uno de los factores más importantes: basta intensificar un poco el ritmo de tus pedaladas para que el esfuerzo se dispare y, con él, también el sudor. Si no quieres romper a sudar de mala manera quizá baste con que salgas de casa diez minutos antes: el tiempo suficiente para poder usar una marcha más baja, un pedaleo más ligero y, en general, un organismo mucho más relajado. ¡Disfruta del paseo!

La mochila, en la bici

No importa cuál sea tu bicicleta: hay muchas mochilas que pueden adaptarse a tu montura y necesidades de carga. La bicicleta puede ir cargada, pero tú no: llevar un objeto voluminoso en la espalda hará que no transpires bien, con la consiguiente (y enorme) mancha de sudor. ¡Evítala, y que corra el aire por todo tu cuerpo!

Camiseta de repuesto

Ya que llevas una buena mochila, recuerda meter en ella una camiseta o una camisa limpias para cambiarte al llegar. Eso no te hará sudar menos, pero sí que estés más seco, cómodo y limpio después de pedalear. Ya de paso, lleva también una gorra: además de protegerte del sol y reducir tu temperatura evitará que te aticen en la cara los molestos (y peligrosos) rayos de sol.

Tu bici debe estar a punto para minimizar el esfuerzo: elige una montura apropiada y tenla afinada

Ten tu bicicleta a punto

Cuanto mejor esté tu bicicleta menos esfuerzo, y cuanto menos esfuerzo, menos sudor. Elige una bicicleta apropiada para tus necesidades, y tenla afinada: presión correcta en las ruedas, cadena y cambios engrasados, altura del sillín perfecta… Que todo funcione como la seda optimizará tu energía.

Toalla deportiva y desodorante

Tampoco harán que sudes menos, pero sí a minimizar los efectos del sudor. Las toallas deportivas son baratas, pequeñas y prácticas, y el desodorante… No hace falta explicar sus virtudes. Cuando hagas la compra recuerda que tienes que llevarte dos: uno para tu cuarto de baño y otro para llevar en tu bici (o destino habitual).

Si usas casco, elige bien

No vamos a entrar en la polémica sobre el casco: cada uno es libre de elegir. Eso sí, si optas por usar uno, ten en cuenta que además de proteger tu cabeza también la calentará al evitar que el aire te refresque. Sin embargo, abundan los modelos especialmente diseñados para evitar este problema: materiales aislantes, diseños que hacen circular el aire… Tenlo en cuenta al elegir.

Monta todos los días

Si usas la bici a diario estás en forma, y si estás en forma tu cuerpo admite mejor el ejercicio, optimiza los esfuerzos y eso, entre otras cosas, hace que sudes menos. No te metas “palizas” excepcionales: respirarás peor, te fatigarás antes y sudarás mucho más.

Evita las horas de máximo calor y exposición al sol

Las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde son las mejores si quieres evitar el calor y el sol, así que intenta adaptar tus desplazamientos a los horarios más agradables. Lo mismo pasa con la ruta… Desplazarse en bicicleta es muy distinto a hacerlo en coche o moto, y una de las claves para que os sintáis cómodos, seguros y, en este caso, secos, es pensar como “ciclista”. No siempre el camino más corto es el mejor: uno con más sombra, que discurra por parques o zonas llenas de árboles y con menos reducirá esfuerzos y sudores.

La ruta más corta no siempre es la mejor: evita su puedes las cuestas más duras y circula por parques y zonas sombreadas

Usa ropa transpirable

La elección de la ropa es una de las cuestiones fundamentales para reducir el sudor. No abogamos por ir “disfrazados”, porque una de las claves de moverse a diario en bicicleta es no tener que cambiarse de ropa cada dos por tres, pero sí es conveniente elegir prendas adecuadas. El mercado está lleno de de camisetas hechas con materiales que reducen la transpiración o chaquetas con aperturas que airean. ventilan y refrescan nuestro cuerpo. Piensa también que con tres o cuatro prendas puede bastar para toda la semana (puedes lavarlas según llegues a casa y usarlas al día siguiente), por lo que quizá valga la pena gastar un poco más de dinero pero tener los productos más eficaces y duraderos.

Y, quizá… ¡Usa una eléctrica!

Si pese a todo no lo ves muy claro, siempre te queda el último recurso: usar una bicicleta eléctrica. Combinan las virtudes de una bici (no emiten emisiones, son muy manejables, no exigen casco, carné o seguro, nos exigen cierto esfuerzo) con las de un ciclomotor (tienen un pequeño motor eléctrico de asistencia al pedaleo). Moverse en bicicleta eléctrica reduce drásticamente la exigencia física (podemos ascender las cuestas más empinadas sin, casi, despeinarnos), y por extensión el sudor.