Salud

Pedalear alarga la vida, a pesar de la contaminación

Un estudio de la Universidad de Copenhague muestra que los beneficios de la actividad física en el medio urbano son superiores a los efectos negativos de inhalar el aire contaminado.

Que el ejercicio físico es sinónimo de salud está claro. Sin embargo, son muchos los que deciden no coger la bicicleta debido a los altos niveles de contaminación y polución que han de respirar tras la gris estela de coches o autobuses.

Pero, al parecer, y por muy molesto que resulte, las ventajas de realizar ejercicio a diario -como ir al trabajo en bici- y al aire libre pesan más en la balanza que los perjuicios que pueda suponer inhalar el aire contaminado. Esta es la conclusión de un estudio publicado por la revista Environmental Health Perspectives y realizado por Zorana Andersen, de la Universidad de Copenhague.

Durante 13 años siguieron la evolución de 52.061 personas a los que preguntaron qué tipo de actividad física realizaba como en su tiempo libre, cómo se desplazaban al trabajo, si solían caminar o o si eran amantes de la jardinería.

La actividad física y el contacto con las plantas: claves para vivir más

Tras compararar estos datos con los niveles de dióxido de nitrógeno (el gas que desprenden los coches al quemar el combustible y cuyas partículas son especialmente dañinas para el medio ambiente) cerca de sus hogares, se sorprendieron del resultado: independientemente de los níveles de contaminación, los que realizan alguna actividad física o están en contacto con las plantas tienen más posibilidades de vivir.

En concreto, el riesgo se reduce un 22% para los que practican deporte, un 17% para aquellos que usan la bici a diario o un 16% para los amantes de las plantas, en comparación con los que no practican ninguna de estas actividades.