Niños

Cinco motivos para llevar a tu hijo en bici

Es una elección. Toda una forma y filosofía de vida. Una magnífica opción para ti, para ellos y para todos nosotros. Siembra futuro. Acostumbra a tu hijo a la bici.

Lógica

Al no estar protegido por metales, plásticos y cristales allá donde mire ni ir aislado del frío por una calefacción ni del calor por un aire acondicionado, el niño estará en contacto con la realidad. No es necesario recrear climas tropicales o glaciares de manera artificial para un, casi siempre, breve trayecto. Bien preparado, el niño puede ir en bicicleta en cualquier momento del año.

Esfuerzo

Sí: desplazarse de un lugar a otro cuesta. La teletransportación todavía no existe. Pero podemos andar, correr o montar en bicicleta. No es siempre necesario llegar a los sitios usando un gigantesco y hambriento motor, ni mover una masa de varias toneladas para transportarnos. No siempre es malo esforzarse, pedalear, sentir que las distancias no se sufren sino que se atraviesan, se disfrutan, se conquistan.

Independencia

Conducir una bici exige los cinco sentidos, y si llevas contigo a tu hijo todavía más: toda precaución es poca. Pero eso es lo importante: no hay lugar para recoger el juguete que se ha caído, pasarle una galleta o andar cambiando de disco porque no le gusta esa canción de los Cantajuegos. El adulto, el conductor de la bicicleta, centra toda su energía y atención en pedalear e ir seguro. El pequeño, el niño, sabe que también debe permanecer concentrado: durante ese rato, él es el único responsable de sus cosas, y terminará entreteniéndose por sí solo.

Concentración. Independencia. Pero también diversión: son pocos los niños a los que no les gusta que les lleven en bici

Diversión

Si para ti es más divertido surcar el aire a toda velocidad, sentir el aire y el sol en la cara, para él también. Los niños tampoco se divierten parados en un atasco, rodeados y retenidos por decenas de coches a su alrededor. También les gusta percibir el exterior sin intuirlo tras un grueso vidrio. Ver a la gente. Vivir lo que les rodea. Sentir los baches, sentir que cuesta subir una cuesta, disfrutar de una bajada.

Normalidad

Normalidad es ir de un lado a otro en una máquina ligera, económica, de escala humana. Normalidad es que te lleven en una bicicleta, el mismo medio de transporte (no es sólo un juguete) que a veces usas tú que apenas sabes andar pero que también sabes o sabrás muy pronto conducir. No nos engañemos: normalidad es ir de un lugar a otro andando o en bicicleta, y no en un todoterreno, monovolumen, familiar o como lo quieran llamar, pagando fortunas en combustible, expulsando humos contaminantes, generando residuos, chatarras, basuras.

* Hay muchos más motivos, seguro, que se os ocurren. ¡Compártelos con nosotros y ayúdanos a mejorar este artículo!