Ciudades

Blas Egea: “Alucino con el respeto al ciclista urbano que hay en Nueva York”

33 años y mucho amor por la bicicleta: Blas Egea es mitad murciano, mitad madrileño y director de cine. Ahora mismo rueda con Cutty Sark y CuttybandistasNYC una película sobre los bartenders ganadores del Prohibition Edition Cocktail Challenge, por lo que está en Nueva York, ciudad que descubre y recorre, cómo no, sobre una hermosa bici.

“Me la dejó Alexandre, un amigo francés que vive en Brooklyn y que también me ha dejado su casa”, cuenta Egea, que recorre cada día unos 20 kilómetros para ir hasta Manhattan a trabajar. “Alucino con el civismo que hay en la ciudad, el respeto a los ciclistas urbanos y los buenos carriles bici que hay”, explica. “Casi todos los envíos de los restaurantes se hacen en bicicleta, al igual que los servicios de mensajería, hay bicis taxi y hasta los turistas las usan de forma masiva: basta ver las estaciones vacías del servicio de bici compartida. También, por supuesto, todos los que la usamos para ir a trabajar, y hay bicicletas a millones atadas en las calles. Hasta la policía nos da prioridad en los semáforos… ¡Es otro mundo!”.

Blas Egea, amigo de Ciclosfera desde el principio de nuestro proyecto, es extrovertido y buen conversador. Por eso no es de extrañar que hable con otros ciclistas de la ciudad. “Lo raro sería no hacerlo”, reconoce, “porque la usa muchísima gente: a diario para ir a trabajar, en plan dominguero, para ir al gimnasio… Además, pertenezco desde hace dos años a Fixed Gear NYC, un colectivo compuesto por todo tipo de ciclistas urbanos, especialmente mensajeros. ¿Las principales quejas? El asfalto, que está en muy mal estado, los robos y el trato no demasiado amable de los taxistas. También, por supuesto, del trafico excesivo que muchas veces hay en la ciudad”.

(foto: Blas Egea)
(foto: Blas Egea)

Egea, que acaba de lanzar un videoclip (Fixing Fires, de Edu Imbernon) y ultima un documental (Monday, en el que colaboran cocineros, deportistas, actores o personas anónimas) sabe mucho, además de sobre bicicletas, sobre tiendas de bicis. Su familia es dueña de Ciclos Sarabia, uno de los comercios ciclistas más célebres de Murcia, y por supuesto aprovecha su estancia en Nueva York para descubrir los establecimientos locales. “Entro en todos”, confiesa. “En líneas generales, es gente muy maja… Al lado de casa, en Brooklyn, ya me he hecho amigo de los dueños de una. Hablamos mucho de ciclismo, y el dueño, de 55 años, es muy fan del ciclismo español”.

Egea cuenta que se ve mucha “bicicleta antigua de carretera, mucha fixed, bicis de paseo y rateras con cubierta de 28 ó 32, por el tema de los baches”. Preguntado por Madrid, donde vivía hasta ahora, cree que la situación “ha mejorado en los últimos cuatro años, pero estamos sólo en el principio. La educación de los automovilistas y los taxistas es muchas veces nula, el carril de 30km/h es peligroso y confuso… Pero en líneas generales me hace feliz cruzarme cada día con más ciclistas. Eso sí, también te digo que es necesaria más educación entre los ciclistas: si queremos ser vehículos comportémonos como vehículos y no vayamos en dirección contraria, por aceras o por zonas peatonales”.

Egea es entusiasta y optimista en general, y no podía ser menos con el ciclismo urbano. “Poco a poco construiremos una sociedad más ciclista, de la que estar orgullosos. Aquí en Nueva York ya está pasando, y los ciclistas neoyorquinos están más que orgullosos de ello”.