Prueba de las sandalias de recuperación OOFOS Recovery

Ponernos en forma es uno de los propósitos más habituales a la vuelta del verano, y eso incluye, además de montar mucho en bicicleta, realizar actividades complementarias que nos hagan disfrutar y mejoren nuestro estado físico y mental.

En mi caso, además de pedalear, me gusta mucho nadar y salir a correr. Lo primero lo hago con cierta regularidad, pero con el running soy algo más inconstante, por lo que mi cuerpo sufre cada una esas nuevas intentonas de correr con frecuencia. La espalda o las rodillas suelen ser las primeras que se quejan de mis salidas, pero evidentemente también los pies son otros grandes damnificados (y, por extensión, la base sobre la que se apoya todo el cuerpo).

Las OOFOS Recovery están concebidas para que nuestro cuerpo se recupere, empezando por los pies, después de hacer ejercicio.

Por eso, cuando nos cruzamos con las sandalias de recuperación OOFOS Recovery Original en la pasada edición de Festibike les pedimos unas para así probarlas y ver hasta qué punto son eficaces para, como prometen, ayudar a nuestro cuerpo a recuperarse. Porque, según sus creadores, estas sandalias "alivian y revitalizan sus pies después de un entrenamiento, dejándolos como nuevos y listos para tu siguiente aventura". ¿La clave? Entre otras cosas, compensar el "efecto rebote" que genera el calzado deportivo, ya que tienen una tecnología llamada OOfoam que hace exactamente lo contrario, al absorber (según la marca) un 37% más el impacto y reducir así la carga en tus pies y ayudar "a una rápida recuperación de tu cuerpo".

¿Lo consiguen las OOFOS Recovery Original? ¿Es verdad que nuestros pies y, en general, todo mi cuerpo se ha visto más aliviado tras usarlas durante este mes? ¡Vamos a analizarlo y a contaros la verdad y toda la verdad sobre este producto!

Clásicas por fuera, ¿revolucionarias por dentro?

La verdad es que, al recibirlas, la primera impresión es de bastante normalidad... ¿Qué tienen de revolucionario estas sandalias? Su aspecto es bastante clásico a simple vista, e incluso podemos decir que sobrio si lo comparamos con otras opciones del mercado mucho más llamativas y coloridas. El par que he recibido es de color verde oliva, bastante clásico, lo que también implica que le gustará a casi todo el mundo (las sandalias están disponibles en otros colores: azul marino, negro, rojo y salvia). Si las quieres más llamativas, también puedes comprarlas en otros colores (Sport Grafito, Sport Gris Cloud, Sport Azul y Sport Verde Táctico), aunque eso significa que en lugar de los 55€ que tiene el modelo como PVP tendrás que pagar 65€ (a excepción del Sport Azul, que en el momento de escribir este texto tenía descuento y costaba también 55€).

Más allá del color, el diseño es tradicional, aunque en cuanto te fijas lo que sí llama la atención es que toda la sandalia está hecha en una sola pieza. No hay costuras ni enganches ni nada parecido, algo que desde el primer momento da buena impresión. En mi caso, por ejemplo, he tenido que tirar muchas otras sandalias (Havaianas, por ejemplo) porque la tira delantera se rompe o se suelta por la zona delantera, y también he tenido problemas con otras marcas (como las Reef) porque las tiras laterales también se han terminado rompiendo.

Más allá de la estética

Ese es uno de los aspectos llamativos de esta Oofos: están completamente fabricadas de una sola pieza inyectada en foam, o más en concreto en OOfoam, un plástico que da una textura capaz de combinar suavidad y dureza y, al mismo tiempo, resultar muy sólida y agradable. El hecho es que el estar hechas de una sola pieza no sólo se ve, sino que sobre todo se siente en cada pisada, ya que notas que el pie está completamente sujeto y envuelto por la chancla, y no que ésta va colgando sujeta más o menos al pie.

La suela, de un notable grosor (está en torno a los 3 centímetros en su punto más ancho) está también hecha con ese material. Mejor dicho, es "lo mismo" que el resto de la sandalia, la misma pieza que las tiras que sujetan el empeine y el dedo pulgar, lo que hace que la sandalia "abrace" y envuelva por completo al pie, lo que resulta muy cómodo. Esas tiras que sujetan el pie son algo cerradas, lo que en un primer momento puede parecer algo trabajoso a la hora de introducir el pie (no hay mucho sitio para los dedos y el empeine), pero después resulta muy agradable porque vamos muy sujetos y unidos a la sandalia. Y, esto es muy destacable, pese a estar muy agarrados y unidos pie y sandalia, no me han hecho la más mínima rozadura, cosa que sí es habitual que pase con otras sandalias.

En cuanto a la suela, añadir que tiene un agarre muy razonable, ya que la hemos usado tanto al salir de la ducha como en superficies exteriores mojadas y no hemos resbalado ni una sola vez. Hay una serie de dibujos por toda la suela para hacerla más antideslizante. Hemos probado también las OOFOS fuera de casa, por el campo y por el asfalto, y de momento la resistencia del material con el que están hechas parece muy bueno ante el roce con el suelo. Al ser tan suaves y agradables dan la sensación de que pueden desgastarse demasiado y, en otras palabras, que te la puedes cargar bastante rápido, pero por lo que hemos experimentado no es así, y aunque no parecen idóneas para largas y exigentes caminatas sí nos pueden ir bien para un paseo.

En una nube

Lo cierto es que no las vas a querer desgastar ni romper porque, desde el minuto uno, vas a cogerle cariño a estas OOFOS Recovery. En concreto, desde la primera vez que te las pongas, porque son muy, muy agradables desde el primer instante. Están diseñadas de tal forma que en la parte central tienen una elevación que permite apoyar por completo la planta del pie, algo que se nota "extraño" al principio pero que, en cuestión de segundos, ya se percibe como muy agradable y relajante. Toda la fascia plantar está apoyada y "acolchada" por la suela de las sandalias, sientes cómo éstas absorben tu pisada y todo tu peso y, por ejemplo, repercute muy positivamente en el esfuerzo en la zona del talón. Todo el arco del pie se ve rodeado (protegido y aliviado) por las OOFOS, lo que implica que, efectivamente, los pies parecen recuperarse cuando las usamos (y, por extensión, esa recuperación y alivio se extiende a nuestras articulaciones o espalda).

El hecho es que, después de correr (y a veces, también de pedalear), resulta muy agradable apoyar (en este caso casi hundir) los pies en algo como las OOFOS. Hasta ahora, me gustaba bastante andar descalzo por casa, pero desde que las Recovery están por aquí lo he descartado, y hasta me descalzo nada más entrar (y mucho más al volver de hacer ejercicio) para ponérmelas lo antes posible. Insisto, me queda probarlas en exterior para ver si en condiciones más duras (asfalto, tierra, grava...) responden de igual manera y cuál vendría a ser su duración, pero desde luego como calzado para andar por casa son muy, muy recomendables.