Bicicletas eléctricas

Prueba de la bicicleta eléctrica urbana Btwin LD 920 E: más lejos, más rápido

Nuestra valoración 4.7
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Comodidad absoluta: eso persigue Decathlon con la Btwin LD 920 E, una bicicleta eléctrica urbana con elevadas prestaciones, un completo equipamiento y una notable sofisticación técnica enfocada a que ruedes muchos, muchos kilómetros, de una manera confortable pero muy veloz. Una de sus grandes bazas es su precio de 2.999€: nos subimos a esta e-bike (en su versión de barra alta) para darte todas nuestras impresiones en un vídeo imprescindible.

Desde hace un tiempo venimos hablando mucho de Decathlon en Ciclosfera. Y no es casualidad: la archiconocida marca francesa ha redoblado estos últimos años su apuesta por el ciclismo urbano, lo que la ha llevado a desarrollar modelos de todo tipo y cada vez más satisfactorios. Hace unos meses, por ejemplo, nos fijamos en la Elops R500, una bicicleta de carga 'long tail' perfecta para desplazarte por la ciudad transportando dos niños, y más recientemente nos hemos subido y probado de forma exhaustiva la Btwin E Fold 500, una plegable eléctrica de notable rendimiento y un precio muy, muy accesible (poco más de mil euros).

Ahora le toca el turno a la Btwin LD 920, que podríamos definir como una bicicleta eléctrica urbana de altas prestaciones y que, pese a su evidente enfoque urbano, nos puede también permitir alguna que otra escapada más ambiciosa y lejana. No en vano, ese LD de su nombre está íntimamente relacionado con las palabras Larga Distancia, y es que el tamaño de sus ruedas (29 pulgadas) y otros muchos más detalles que ahora analizaremos invitan a considerarla mucho más que una simple urbanita.

Primeras impresiones

Es innegable: lo primero en lo que te fijas cuando tienes ante ti una bicicleta es en su apariencia. Y la de la Btwin LD 920 E es imponente: esas ruedas de 29" la agrandan y el cuadro también es de un tamaño y aspecto notables. Es una bicicleta de diseño muy moderno y tecnológico, que desde el primer momento transmite una impresión de calidad y comodidad, con un estilo que podríamos definir, de algún modo, como "muy alemán", ya que rehuye de florituras para centrarse en la modernidad y el dinamismo. Dicen que las comparaciones son odiosas, pero esta Btwin nos recuerda a otras notables e-bikes como las Canyon Commuter:On, las Trek Verve+ o las Specialized Turbo Vado, gamas de las mejores marcas y que llevan siendo referencia en el sector desde hace tiempo, y a las que esta Btwin aspira a compararse.

La pantalla tiene un tamaño y una legibilidad extraordinarios.
La pantalla tiene un tamaño y una legibilidad extraordinarios.
Al prescindir de elementos como el cambio de marchas mecánico, el manillar derrocha sencillez.
Al prescindir de elementos como el cambio de marchas mecánico, el manillar derrocha sencillez.
El joystick que controla la cadencia y nos permite navegar por la información está en el lado izquierdo del manillar.
El joystick que controla la cadencia y nos permite navegar por la información está en el lado izquierdo del manillar.

La LD 920 E que hemos probado es la que tiene barra alta, pero esta Btwin también está disponible en barra baja, con exactamente las mismas características pero un cuadro más bajo que hace mucho más cómodo el subir y bajar. En cualquier caso hablamos de una máquina concebida para rodar erguidos y a gusto aunque sin renunciar a cierta deportividad, y de lo que no cabe ninguna duda es que tanto por sus líneas como por su elegante y discreto color, un verde metalizado muy conseguido, estamos ante una máquina que atraerá muchas miradas.

Eléctrica... y diferente

Tenemos la suerte de subirnos a bicicletas de todo tipo, pero esta LD 920 E nos ha llamado la atención por su transmisión automática, ya que prescinde de cambios mecánicos como platos o piñones para concentrar los desarrollos en el propio motor. Este motor es un Owuru desarrollado por la empresa belga E2Drives y está ubicado en posición central, en el eje del pedalier, lo que contribuye a mejorar el reparto de pesos, bajar el centro de gravedad y, en resumen, ubicarse en la posición habitual en las e-bikes urbanas de gama alta. Dicho motor ofrece un par de 65Nm, una cifra notable y más que suficiente para movernos con agilidad por cualquier ciudad, y como decimos cuenta con un cambio automático basado en la tecnología denominada CVT, que significa Transmisión de Variación Continua, similar al que hace años empleaban los scooters y que en los últimos tiempos se ha popularizado en el sector del automóvil gracias a la llegada de coches híbridos y eléctricos (Toyota, por ejemplo, suele apostar por este tipo de transmisión).

Después hablaremos más en profundidad sobre lo bien que funciona este sistema en una bicicleta eléctrica, pero antes tenemos que hablar de los otros componentes del sistema eléctrico. La batería está integrada en la barra central del cuadro, es de mucha capacidad (702Wh) y, como es lógico, abulta y pesa bastante, pero también ofrece una buena autonomía. La llamativa pantalla está ubicada en el centro del manillar, muy a la vista, y es muy colorida y fácil de leer, mientras que el joystick que controla el sistema está en el lado izquierdo del manillar y resulta bastante original, lo que me lleva a destacar cinco de las cosas que más me gustan de esta Btwin LD 920 E.

La LD 920 E sólo necesita un piñón para moverse, gracias a la asistencia eléctrica, con mucha agilidad.
La LD 920 E sólo necesita un piñón para moverse, gracias a la asistencia eléctrica, con mucha agilidad.
La horquilla delantera incluye una pequeña suspensión de tipo 'Headshock.
La horquilla delantera incluye una pequeña suspensión de tipo 'Headshock.
La rueda trasera puede bloquearse con un candado de cepo que evita "perder" la bici en un despiste.
La rueda trasera puede bloquearse con un candado de cepo que evita "perder" la bici en un despiste.

Cinco cosas que me ENCANTAN de la Btwin LD 920 E

Una. La primera es, por supuesto, ese cambio automático que convierte a esta bici en un modelo muy especial. La primera vez que la vi, y al comprobar que no tenía marchas, pensé en que sería una de esas e-bikes voluminosas que funcionan bien cuando rodamos en llano o cuesta abajo pero que se quedan muy cortas a la hora de subir, pero no es así: al poder "cambiar" con el motor conseguimos un mantenimiento mucho más sencillo (hay menos piezas mecánicas que cuidar y de las que preocuparse), la potencia se entrega de una forma muy natural y el manejo resulta muy sencillo, evitando situaciones como que, por ejemplo, se te salga la cadena en marcha. Quizá a los puristas no les termine de convencer (a mí también me encanta sentir como se van engranando las marchas con un cambio tradicional), pero a la gente más práctica y que huya de las complicaciones les va a parecer perfecto.

Dos. He hablado antes del diseño de la LD 920 E, pero tengo que repetirlo: es una bicicleta muy, muy elegante y bonita. La barra central del cuadro es ancha, lógico considerando que esconde la batería, pero todo está muy integrado y en vez de pesadez transmite solidez y confianza. No soy muy amigo del verde, pero este es muy discreto y elegante, y cuadra perfectamente con una e-bike urbana concebida para ir a diario a trabajar o salir a tomar algo. El cubrecadenas, por ejemplo, también está muy bien escondido, y también me encantan algunos pequeños detalles como esta toma USB en la que cargar el teléfono.

Tres. El equipamiento es el que cabe esperar en una bicicleta que roza los 3.000 euros, y no echamos de menos nada de lo que vamos a necesitar en el día a día. La LD 920 E tiene luces delantera y trasera (bastante mejor la de delante), el citado cubrecadenas, guardabarros delantero y trasero, un buen portabultos detrás capaz de llevar hasta 27 kilos, unos cómodos reposamanos y una fiable pata de cabra. Como extra, y no es un detalle menor, añade un candado de cepo para la rueda trasera, que nos permite hacer una pequeña parada sin tener que preocuparnos de que en un despiste nos roben la bici. El candado, como en los mejores modelos de marcas de referencia como ABUS, nos permite dejar la llave puesta cuando no está cerrado, y sólo podemos sacar la llave cuando dejamos el candado puesto.

Cuatro. Es sorprendente la agilidad con la que se mueve esta e-bike, que nos permite recorrer la ciudad a una velocidad vertiginosa. El peso total declarado por el fabricante es de 26 kilos, una cifra más que razonable para una bicicleta eléctrica con bastante equipamiento, y la suavidad con la que entra la asistencia y la buena respuesta de elementos como los frenos nos incitan a, si lo necesitamos, movernos a un ritmo bastante rápido.

Cinco. Deja de pensar en Decathlon como una marca barata: los acabados de esta Btwin están muy bien rematados. El sillín es mullido y comodísimo, estos apoyamanos aseguran el confort, y cada pieza está perfectamente integrada. En cuanto a la parte eléctrica, el motor es muy silencioso y da una potencia excelente, y el conjunto en general está a la altura de su (razonable) precio.

En movimiento

La Btwin es muy bonita aparcada, pero donde realmente tiene que mostrar todas sus virtudes en es movimiento. De momento, cuando nos subimos a ella, es muy cómoda. Podemos regular la altura del sillín con bastante facilidad con una llave Allen, y también puede ser conveniente ajustar el ángulo del manillar a nuestro gusto para poder apoyar bien las manos y no forzar las muñecas. El encendido del sistema eléctrico se hace apretado este botón, y es a través de esta gran pantalla y del joystick donde vamos a ver y gestionar toda la asistencia eléctrica. Aquí tenemos los clásicos dos botones para ajustar la asistencia (con modos Eco, Estándar o Boost que luego detallaremos), pero lo más llamativo es este joystick con el que podemos recorrer los distintos menús para configurar la bici o ajustar la cadencia del pedaleo.

¿Y qué es esto de la cadencia del pedaleo? Por resumirlo mucho, la velocidad a la que giran tus piernas. Se mide en revoluciones por minuto, y una revolución es cada vez que tu pie completa una pedalada. En el caso de esta Btwin, el rango de ajuste está entre las 40 y las 90 revoluciones por minuto, y cuánto más subas la cadencia más pedaladas darás y menos te costará avanzar. En resumen, viene a ser lo mismo que subir o bajar piñones, y nos permite ajustar nuestro esfuerzo más allá del nivel de asistencia elegida. Todo esto puede parecer un poco complicado explicado, pero usando la bicicleta se maneja de forma muy sencilla e intuitiva, y hace que rodar con esta bici sea una experiencia muy relajada, pudiendo elegir entre pasear a un ritmo rápido o, si así lo preferimos, hacer bastante esfuerzo, casi como en una bicicleta convencional.

Tenemos también, por supuesto, la opción de olvidarnos de controlar la cadencia y limitarnos a pedalear, ya que unos sensores determinarán el esfuerzo que realizamos y variarán la asistencia para que entre de forma natural. Pero es verdad que la eficiencia y la diversión aumentan si hacemos uso de este controlador, aunque hay que decir que, a veces, no nos queda demasiado a mano, y tenemos que estirar demasiado los dedos y hacer demasiada fuerza para conseguir ajustar la cadencia deseada.

Diversión ilimitada

Aplicando todo esto al mundo real, el resultado es que cada salida con la Btwin es un auténtico placer. La potencia es elevada (en el modo ECO replica la de nuestras pedaladas, en el Estándar eleva la asistencia al 180% y en el Boost lo multiplica hasta el 370% de nuestro esfuerzo, lo que nos hace casi "volar"), y cada elemento de la bicicleta responde con la máxima seguridad. Los frenos son de disco hidráulico, y tienen un rendimiento mucho más que suficiente para las necesidades de un ciclista urbano normal. La bicicleta es muy cómoda, algo a lo que contribuye la horquilla delantera, que incluye una pequeña suspensión de tipo 'Headshock', y la postura de conducción es muy agradable, incitándonos a completar largos paseos y disfrutar de cada metro recorrido.

¿Y cuántos metros podremos recorrer? Aunque la marca llegue a hablar de entre 80 y 150 kilómetros de autonomía, en una conducción real (en mi caso, con un peso que roza los 90 kilos, muchas cuestas por delante y el uso de la máxima asistencia cuando voy con relativa prisa, que es lo habitual) está más cerca de los 50 kilómetros que de los cien, lo que en cualquier caso resulta más que suficiente. Es interesante que, a la hora de cargar la batería, esta se puede extraer de manera muy cómoda y segura para que la enchufemos en casa o en la oficina: según Decathlon, la recarga completa se hará en unas cuatro horas y media (según nuestros cálculos, algo menos), y que podremos completar hasta 500 ciclos de carga garantizados sin que la batería pierda capacidad y, por lo tanto, autonomía.

Prueba de la bicicleta eléctrica Btwin LD 920 E

Las apariencias no engañan: la Btwin LD 920 E no sólo es elegante, sofisticada y moderna por fuera, sino que multiplica todas esas virtudes en cuanto te subes a ella y empiezas a disfrutarla. Hablamos de una e-bike perfecta para movernos en el día a día y, como hemos dicho, capacitada para salir a hacer buenas excursiones por asfalto o caminos no demasiado exigentes. Cuenta con todo lo que necesita un ciclista urbano, tiene detalles de equipamiento adicionales muy interesantes y está bien rematada en todos los sentidos, con mención especial a elementos como el atractivo display. En cuanto al cambio automático, funciona de manera ejemplar y es perfecto para personas que no quieren complicarse la vida, sino simplemente ir pedaleando de la forma más sencilla y rápida de un lado a otro. En resumen: los 2.999€ que cuesta nos parecen muy razonables, y la convierten en un rival de peso (ojo, a un precio no mucho más bajo) de modelos similares de las marcas más prestigiosas. ¿El mejor consejo? Que la pruebes, te des una buena vuelta en ella y, estamos casi seguros, terminarás eligiéndola como tu nuevo vehículo para todos los días.

4.7
  • Estética
  • Comodidad
  • Practicidad
  • Tecnología
  • Acabados
  • Dinamismo
  • Equipamiento
  • Relación calidad/precio