México

1.700 km en bici para tratar de ser recibido por Obama

Un indocumentado mexicano viajará desde Homestad (Florida), hasta la capital de EE UU, Washington, para protestar por las deportaciones de inmigrantes.

Se llama Francisco Díaz, es mexicano y lleva 15 años residiendo en Homestad, una localidad del estado de Florida. Incluso está casado desde hace 12 años con una ciudadana estadounidense. Y sin embargo, es un indocumentado. Como tantos otros en EE UU. Por eso ha decidido tomar una decisión drástica: pedalear desde su ciudad hasta la capital para protestar por las deportaciones y pedir una reforma migratoria que tenga en cuenta circunstancias como la suya.

“Es necesario tomar acciones. Soy indocumentado, pero no me importa correr este riesgo. Prefiero hacer algo por el bien de muchísimas familias”, ha explicado a la agencia Efe. Díaz recorrerá un total de 1.746 km con un objetivo: ser recibido en persona por el presidente del país, Barack Obama. Para él lleva, a modo simbólico, un bolígrafo con el que quiere que el presidente firme una orden con la que detener las deportaciones.

La decisión de Díaz ha venido motivada por la expulsión de su cuñado. Tras el confinamiento de éste en un centro de detención, la sobrina de Francisco, una estudiante con matrícula de honor en la escuela, pasó periodos de depresión hasta que finalmente tuvo que abandonar el país cuando su padre fue deportado. “El daño psicológico a los niños, a mi sobrina, es terrible, ver cómo sufrió”, ha declarado Díaz, que recuerda que los inmigrantes indocumentados “no son números, son personas y familias, y a esos es a quienes quiero ayudar”.

Problemas de última hora

Francisco tenía previsto empezar el viaje el pasado domingo. Sin embargo, ha decidido aplazar su partida una semana. No sólo para prepararse mejor ante el reto sino porque, además, le han robado su bicicleta. Un pequeño escollo que no le ha desanimado: tiene previsto realizar numerosas paradas en diferentes ciudades y pueblos de la ruta para promover la unión y “despertar la ilusión” entre los inmigrantes.